Flama y brisa se imbrican en tibia caricia. Nodriza del crepúsculo, la ciudad aguarda el alba y reverencia el mar que la corteja. Simbiosis de océano y resol; génesis de sus epítetos y suntuosidad; especie de sortilegio de esta ribera caribeña... Cienfuegos, la Perla del Sur.

viernes, 22 de agosto de 2014

Miopía de una zoociedad ¿adolescente?



Por Mercedes CARO NODARSE



El Homo sapiens tiene, por lo general, una forma de comportarse y vivir de espaldas a la realidad; no pocos de la especie manifiestan desinterés y hasta parecen estar miopes (no quieren ver bien de lejos) ante los daños causados al medioambiente, lo cual más que cortedad visual significa miopía mental ¿justificada? Sería difícil definirlo en un mundo donde pretenden complacer, a través del consumo desmedido, y a costa de la explotación de los recursos naturales.

  Quienes así actúan deberían formar parte de una zoociedad (del griego zοο, animal), pues parecen más bestias que hombres, y con bien escasa inteligencia. Más bien irresponsables y adolescentes en la búsqueda constante de beneficios inmediatos, sin atenerse a las consecuencias. Pero en la vida de todo joven llega el momento de la madurez; entonces, deja de crecer físicamente y comienza a hacerlo mentalmente. ¡Ah, pero mientras lo hacen, condecoramos su forma de vida con el deshonroso título de zoociedad adolescente.

jueves, 21 de agosto de 2014

Cuando me dicen ¡¿te acuerdas…?!



Por Mercedes CARO NODARSE  Fotos: DORADO


Yo tenía clavadas las pupilas en el rostro cuyos ojos tiernos y húmedos no dejaban de hurgar en el pasado. Sus manos andaban entre papeles arrugados y amarillos, recortes de periódicos, donde alguna vez se le mencionaba, las fotos de sus hijos reales y adoptivos, o de los múltiples encuentros con autoridades locales y nacionales, las décimas escritas por los hombres y mujeres del poblado donde vive, quienes deseaban resaltar su desempeño.

  Sentada en un sillón frente a mí —en la sala de su casa marcada con el 26, en la calle Juan González, de Guaos, en Cienfuegos—, va frotándose los dedos y me observa, indaga acerca del porqué estoy allí. Le cuesta mucho hablar de sí misma. “¡Pero mira tú las cosas; ahí está todo!”, acota Zoraida de la Cruz López González, una mujer de imponentes quilates.

  Como el viento cuando arrastra los rumores comenzó a contarme historias. De vez en vez una sonrisa inundaba su boca o una lágrima curiosa afloraba, mientras la mirada se perdía en lontananza. Con murmullos casi misteriosos decía: “Lo que soy, lo hecho y lo por hacer es el resultado de mi labor como trabajadora social voluntaria, dentro de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), siempre en la búsqueda de prevenir, educar y ayudar”.

martes, 5 de agosto de 2014

Hedores en la Perla

Mercedes CARO NODARSE

Presumida y sugerente asoma a los ojos esta Perla la cual clama otra vez por sus brillos, acostumbrada como estaba a exhibir al mundo la perspectiva de una ciudad hermosa y protegida por los cienfuegueros. Ahora se rebela y convoca a cerrar filas en torno a su imagen.
  Seductora asoma a los ojos de quien la inscribe a diario en la suela de sus zapatos, gastados de tanto andarla, o de aquel viajero que allende los mares, llega para dejar sobre sus calles los sudores de sus andares y ardores turísticos. Más no todo queda en la tenue magia de Cienfuegos, inspiradora del Sonero Mayor.
  Transitar sus calles en las primeras horas del día se convierte en un arte de evadir obstáculos, muchos los llaman, de manera irónica, “minas personales”, de variadas formas, procedencias (humana y animal), colores y olores, más bien muy malos hedores. No pocos lamentan a diario la explosión de algunas en los calzados. Entonces, las aceras muestran los pequeños surcos hechos, con el afán de eliminar tan desagradables residuos.
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