Entrevista
a Enrique Román Hernández, primer director del “5 de Septiembre”
Por
Mercedes CARO NODARSE
Entonces, la buena nueva llegaba. Un grupo de
experimentados trabajadores del sector gráfico en el país, tenían a su cargo el
montaje de los equipos. Mientras, los
futuros empleados de la entidad llegaban desde distintas regiones de la Isla: Villa Clara, Sancti
Spíritus, Holguín, Guantánamo y La
Habana.
De esta última venía Enrique Román Hernández
para comandar aquella tropa. Graduado de las licenciaturas en Lengua y
Literatura francesas y Periodismo, en la Universidad de La Habana, poseía una vasta
experiencia en el quehacer de la prensa. Los diarios Granma y El Mundo lo habían acogido desde 1966 y hasta el '69, como
reportero y jefe de página; luego, hasta el propio año 1980, sería jefe de
Redacción, primero; y director, después, de la revista Moncada. De allí nos llegó, a “avanzar hacia un
desafío que ponía en tensión lo aprendido, a enfrentar una prueba que iba más
allá del simple hecho de hacer un nuevo periódico.
Desde la capital a una pequeña ciudad en el
centro sur de Cuba, Cienfuegos. ¿Qué significó para usted dejar atrás la
revista Moncada para venir a fundar el periódico 5 de Septiembre, en 1980?
"No era dejar atrás, sino avanzar hacia
un desafío que ponía en tensión lo aprendido en la revista cuanto sabía del
periodismo diario que hice muy joven. Pero
ahora, enfrentaba una prueba que iba más allá del simple hecho de hacer un
nuevo periódico. Suponía enfrentar la rica experiencia política, social,
económica, cultural de una importante provincia. Por suerte, tuvimos siempre el
máximo apoyo y la participación incondicional del Partido, el Gobierno, las organizaciones,
y por supuesto, de la población, que anhelaba volver a contar con su propio
diario. Sumamos también a veteranos del oficio gráfico y periodístico. Con
ellos y con los jóvenes que se incorporaron, se formó un equipo cohesionado y
muy creativo".
En los últimos tiempos, ha crecido en los
medios el ejercicio del criterio de una manera más audaz, de denuncia, desde
una óptica constructiva ¿Cuáles deben ser las principales herramientas, además
de la audacia, para llegar a ser buen profesional?
¿Cómo dialoga la condición de periodista con
su trabajo actual?
"El Periodismo no es sólo una profesión.
Es una condición, una manera de vivir, de ver las cosas y el mundo que nos
rodea. De sentir la responsabilidad que supone informar a públicos considerables.
Por tanto, ninguna de mis otras actividades ha sido ajena a ello. En la radio y
la televisión, es obvio. Al mismo tiempo que ejerzo mis funciones actuales, intento
escribir con cierta sistematicidad en Granma
Internacional. Ambas tareas se complementan".
El Periodismo posee una gran fuerza. Si se
ejerce con honestidad contribuye a despertar conciencias, pero si se pone al
servicio de la mentira y la desinformación, corrompe y adormece. ¿Hasta dónde
cree usted que la prensa puede convertirse en ese “cuarto poder” dentro de una
sociedad?
"Detrás de esa famosa categorización se
esconden muchas falacias. No hay periodismo realmente independiente. Responde
siempre a una ideología, coincidente o no con las clases en el poder. Y esta
coincidencia -o no- se dirime a diario en las ediciones de cada medio. En
Cienfuegos, el 5 de Septiembre desde el primer momento fue un periódico
comprometido con las grandes tareas del territorio y al mismo tiempo muy
crítico. Teníamos una sintonía alta con el pensamiento de la dirección de la
provincia. Aunque, a veces, fuéramos duros en la crítica, sabíamos que
coincidíamos con el interés de la dirección y de la población en enfrentar y
resolver los problemas. Sólo en esa integración con el interés general logra en
nuestra sociedad el periodismo, según creo, su mayor dimensión y su más alta
imagen ante la población que nos lee, nos ve o nos escucha".
"Primero, leer y estudiar mucho. Y
segundo, leer y estudiar mucho. Estar bien preparados para conocer e
interpretar lo que tenemos delante y ofrecerlo después a los lectores de manera
argumentada, razonada e interesante. Unos lo hacemos mejor y otros peor. Por
eso, hay buenos y malos periodistas. Pero si perdimos el derecho a la
inmediatez, quizás hemos sido beneficiados por un favor mayor: la posibilidad
de analizar y profundizar en una realidad cada vez más rica y compleja. Tenemos
un público educado, que exige de nosotros un creciente nivel cultural y
profesional".
Según el estadounidense Jon Lee Anderson:
“Internet ha marcado un cálculo de tiempo nuevo a los demás géneros”, aunque
también la define como un télex virtual. ¿Piensa que pasarán a un segundo plano
los medios impresos al existir una mayor introducción de la tecnología, las
blogs, redes sociales...?
"Los cambios se suceden unos a otros con
una velocidad mayor que la capacidad para teorizar y presentar cualquier
análisis. Si no nos actualizamos a diario, nuestros títulos universitarios se
convertirán en poco tiempo en simples papeles colgados en la pared. Concluir
los estudios superiores, no es si no el primer paso para una acción de
formación personal que debe ser constante e indetenible.
“Personalmente pienso que, como ha sucedido
siempre, ningún medio eliminará a otro. Pasó con el teatro y el cine, con los
periódicos y la radio, con la radio y la televisión. Hay y habrá reacomodos de
perfiles y públicos. En todos los campos debemos estar presentes, con nuestros
argumentos y verdades, en medio de la lucha ideológica que, como es fácil ver,
se libra en los nuevos terrenos -y en los viejos.
“No tenemos derecho, los periodistas, a
permanecer ajenos a estas transformaciones y debemos aprovecharlas, acompañando
el gran esfuerzo que hace el país para que éstos tengan las facilidades
tecnológicas necesarias".
¿Cómo podemos enfrentar las campañas
mediáticas elaboradas por los grandes consorcios de la información?
“Con los valores y fundamentos que sólo el
Periodismo revolucionario puede aportar: con una visión clasista, con
argumentos serios y convincentes, con capacidad para escuchar otros matices,
pero también con decisión para chocar frontalmente con quienes pretenden negar
nuestro derecho a existir como una nación independiente y dueña de su destino,
que no es de otra cosa de lo que se trata. Fidel, también en ese sentido, es
ejemplar".
Volviendo a los inicios. ¿Cómo valora usted
la vida de la publicación, sobre todo en estos últimos años?
"No he podido seguirla como quisiera.
Pero ustedes tienen lo que hace falta para producir una excelente publicación.
Una provincia de gran estabilidad a lo largo de la historia revolucionaria, con
herencia política y cultural -incluyo periodística- privilegiada.
"Una realidad social y económica
dinámica y de futuro. Una proyección económica que sobrepasa desde hace muchos
años las fronteras provinciales. Un público exigente e instruido. Si le agregan
el resultado de décadas de buen periodismo, el presente y el futuro del CINCO de Septiembre deben ser todo lo
brillante que se merece el pueblo cienfueguero".
Y este incansable hombre de bien -y a quien
aún recuerdo traspasando el umbral del periódico, cada día muy cerca de las
12:00 de la noche, en sus dos años como director, para revisar el primer
ejemplar salido de la añeja rotativa- continúa su quehacer periodístico, en
cuyo ejercicio ha publicado numerosos artículos en diferentes medios, en
particular sobre comunicación, asuntos históricos y política exterior; además
de impartir cátedra entre auditorios universitarios.
En estos días, en que celebramos el
aniversario 35 de la fundación del 5 de Septiembre, es y será siempre figura
evocada, a pesar de no “sentirme merecedor de tales honores”, como modestamente
confiesa a esta reportera. Lo cierto es que le agradecemos su aporte en la
génesis del periódico y conocimientos.
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