Desde hace unos días, he escuchado varios comentarios en las redes sociales sobre la necesidad de tener en Cienfuegos un rincón del filin. Creo que todo género y toda época merecen su salvaguarda. La diversidad de géneros y estilos enriquecen la vida espiritual de los cienfuegueros y de quienes se acerquen buscando la cultura viva de la ciudad.
En el amplio abanico de posibilidades que ofrece nuestra música, radica precisamente su riqueza. Está muy bien dar oportunidades a los jóvenes talentos, pero lo es en igual medida el proteger las tradiciones que fundamentan y son la base de la identidad cultural del territorio. Cada manifestación tiene su público, cada edad tiene sus propias necesidades espirituales y para eso está el arte, para dar alimento a todos, en dependencia de las preferencias de cada cual.