El orden y la profusión son las características
principales de los mejores huertos. Si además se consigue causar la sensación
de que no pertenece a este mundo, entonces está muy cerca del jardín del edén.
Cuando se trata de hacer arte, no importa el material.
Guanaroca del Sur le regala a sus lectores
impresionantes imágenes que muestran cuanto puede hacer el talento. Diferentes
tipos de plantas se convierten en bellas estatuas que utilizan de flores y se
conjugan con otros elementos naturales como el agua. Las obras representan una serie de escenas delicadas,
hermosas e irreales a través de una cuidadosa manipulación de plantas, flores y
arbustos. Una gama hermosísima de
colores, donde el verde predomina, semejan figuras gigantescas de pastores,
ninfas del bosque, monos, peces, aves, mujeres, jardines, animales de las más
disímiles latitudes del planeta…
Hemos visto incontables ejemplos de que los
medios para realizar hermosas obras de arte son casi infinitos, sin embargo la
capacidad creadora de los artistas no cesa de asombrarnos. Esto es precisamente
lo que sucede con la modalidad de escultura conocida como
"mosaiculture", definida como un arte refinado hortícola que implica
la creación y montaje de obras vivientes hechas principalmente de plantas con
follaje colorido. Sí, la "mosaiculture" lleva la poda de plantas a un
nivel superlativo donde el límite es la imaginación del creador. El colorido
del follaje, se combina con dibujos tridimensionales, diseños, esculturas o
relieves, una total creación de vida y de entornos constantemente cambiantes
que parecen mágicos paisajes de cuento de hadas.
Recolecté una serie de fofos de estas
hermosas “esculturas”. Sin duda, a más de uno les va a encantar.
EL ARTE TOPIARIO: ESCULTURAS
VEGETALES
Este extraordinario arte es conocido como
poda ornamental o topiaria. La misma consiste en crear y mantener un arbusto o
árbol con una forma determinada, recortando regularmente las brotaciones que
sobrepasen el perfil establecido.
Llevar a cabo la poda de un arbusto puede
convertirse en todo un reto cuando intentamos iniciarnos en el mundo del arte
topiario. Pirámides, laberintos, óvalos, figuras... las opciones que tenemos
para dar forma a determinadas plantas son casi infinitas. Estos jardines tan
especiales no son siempre del gusto de todos, ya que hay gente que prefiere una
apariencia más natural y salvaje, pero lo cierto es que nadie duda del talento
artístico de los maestros del topiario. El origen etimológico de esta palabra
proviene del latín 'topiarius', que se refiere a aquellas personas que, en la
antigua Roma, se dedicaban a cuidar los jardines.
Ya en el siglo I se puede leer, en diversos
escritos, cómo los propietarios de varias villas romanas paseaban por sus
jardines rodeados de figuras esculpidas en arbustos. Los setos eran recortados
a diferentes alturas, y por todo el jardín se repartían pequeños obeliscos
vegetales. Estos singulares jardineros romanos gozaron de gran prestigio entre
los diversos ámbitos artísticos, incluso aquellos que eran esclavos. Con el fin
del Imperio Romano, parte de su población se extendió por toda Europa, llevando
a muchos países el noble arte del topiario, que tuvo su apogeo varios siglos
más tarde.
EL RENACIMIENTO, ÉPOCA CLAVE
PARA EL TOPIARIO
En el siglo XV, Italia se convierte en la cuna
del renacentismo europeo. Sus artistas miran hacia el pasado y se inspiran en
la cultura clásica para desarrollar sus creaciones. Los jardineros no son
ajenos a esta corriente, y vuelven a poner de moda los jardines ordenados, con
pasillos y figuras bien marcadas, arcos majestuosos y volúmenes geométricos
nunca vistos anteriormente. Francia e Inglaterra son también dos de los máximos
exponentes de este arte durante el Renacimiento. La nobleza comenzó a organizar
grandes fiestas en los jardines de los palacios y villas, por eso cuidaban al
máximo su apariencia. Uno de los juegos favoritos de las clases más altas
consistía en jugar al escondite entre laberintos tallados esculturalmente sobre
impresionantes setos.
En otras regiones como los Países Bajos, el
topiario derivó hacia formas más relacionadas con la mitología, con figuras que
representaban a gigantes y personajes imaginarios, con una atención por el
detalle nunca vista anteriormente. En España, el jardín del Palacio de los
Duques de Alba fue uno de los mejores ejemplos renacentistas durante esta
época, con un estilo topiario inspirado en el diseño italiano. En el siglo
XVIII, toman el relevo los jardines del Palacio Real, creados por orden de
Felipe V, y que hoy en día aún conservan sus magníficos laberintos y cipreses
con formas rectangulares.
CÓMO CREAR UN TOPIARIO
La técnica que exige la poda topiaria es
realmente alta. Los grandes maestros de este arte han necesitado muchos años
para lograr las creaciones que podemos contemplar en la actualidad. Los más
avanzados llevan a cabo la poda guiándose únicamente de su visión, pero lo más
normal es utilizar algún tipo de armazón que permita podar la planta
posteriormente como si de una plantilla se tratase. Una vez hayamos creado
dicha estructura, tendremos que esperar a que la planta crezca lo suficiente
como para poder darle forma. Para ello, es preciso tener mucha paciencia y
capacidad de espera; un buen consejo para aquellos que se inicien en el
topiario es plantar los ejemplares de forma escalonada. De ese modo, siempre
tendremos alguno para podar.
Lo mejor es comenzar por figuras sencillas y
naturales, como las pirámides o los rectángulos. En principio, sólo
necesitaremos un puñado de cuerdas y unas buenas tijeras para empezar a dar
forma a nuestra planta. Si tenemos intención de mezclarla con alguna
enredadera, es aconsejable empezar a guiar a esta última desde el principio.
Otra técnica sencilla es utilizar un marco rectangular e ir podando todo lo que
sobre, procurando siempre mantenerlo al mismo nivel. Cuando hayamos dado
nuestros primeros pasos, podremos empezar a crear estructuras con alambre,
sobre las que iremos podando a medida que crezca la planta.
ESPECIES MÁS COMUNES
El arte topiario se ejecuta, normalmente,
sobre árboles y arbustos de hoja perenne. Por lo general, se buscan especies
con un crecimiento lo más compacto posible, además de hojas pequeñas. El boj es
uno de los arbustos más utilizados en este tipo de poda, por su compacidad, y
porque tiene un crecimiento muy lento que hace más sencillo su mantenimiento.
Otros comunes son el tejo, el aligustre, el acebo y la lonicera. En lo que se
refiere a los árboles, se buscan las mismas características que en los
arbustos, por eso triunfan especies como el ciprés, el leilandi y el laurel.
Los cuidados de un jardín con predominio del
topiario son algo más exigentes que uno común. Para poder mantener las formas
de las distintas figuras, es precisa una poda frecuente. Podemos tomar como
referencia una medida de 16 cm.
como máximo para el crecimiento de los brotes, ya que, a partir de ahí, la
apariencia del topiario deja de ser atractiva para la vista. Conociendo estos
detalles, quizás es buen momento para plantearse si merece la pena o no
disfrutar de este arte con tanta historia en nuestro jardín.
SON CREACIONES HERMOSAS. MIL GRACIAS POR PERMITIR ESTE APRENDIZAJE
ResponderEliminarMuchas gracias a usted por leerme y además opinar, muy satisfecha porque logré le gustara este post.
EliminarSUEÑO CON IR A ESE PRECIOSO LUGAR-UN DIA LO LOGRARE DESDE POPAYAN COLOMBIA
ResponderEliminarGracias por opinar en este sitio. Y no deje de cumplir con su sueño, usted verá que algún día será posible. Un abrazo
Eliminar!!! Que belleza !!!, SINCERAS FELICITACIONES.
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