Los ojos del mundo en Cienfuegos

Irán Millán, Conservador de la Ciudad.

   Desde Durban, Sudáfrica, llegó a Cienfuegos la noticia de la declaratoria de su Centro Histórico como Patrimonio Cultural de la Humanidad. Ocurrió el 15 de julio de 2005, poco después de que el huracán Dennis tomara por asalto la urbe, y a partir de entonces se asumió con más ímpetu el rescate.

  “Quien presenta un expediente ante la UNESCO no es una institución, ni una persona; sino la República de un país, contrayendo una deuda con las presentes y futuras generaciones, explica Irán Millán, Conservador de la ciudad. Y estamos obligados a cumplir, pues tenemos los ojos del mundo sobre Cienfuegos.

  “Como escenario para las festividades por el octavo aniversario de la declaratoria escogimos a la antigua Plaza de Armas (hoy Parque Martí), núcleo fundacional y anfitriona de los sucesos más relevantes. Hicimos especial énfasis en el Arco de Triunfo, el arco de los obreros, exponente de la presencia francesa, la Ilustración y clasicismo en su mayor esplendor. 

Arco de Triunfo de los Obreros.

“Inspirado en los deseos de Fe, Trabajo y Unión (Fides, Labor, Etunio) defendidos en nuestro escudo, el Arco fue erigido por los diferentes gremios para acoger el nacimiento de la República, como un símbolo de libertad y mejoramiento humano tan anhelado en las luchas del siglo XIX. Así, este testimonio nos acompaña y representa desde 1902”.
  Otros motivos brindó a la celebración esta vez el Comité cubano del Consejo Internacional de Museos (ICOM), premiando por una vida dedicada a la conservación al arquitecto Irán Millán y al licenciado David Soler Marchán, del Centro provincial de Patrimonio.
  “Fue una delicadeza del Consejo, con el doctor Eusebio Leal al frente, ponderar nuestro trabajo, señala Millán. Al principio, en 1977, solo éramos un reducido grupo con un gran reto, pues la provincia solo contaba con el Museo Histórico Naval. Requirió mucho estudio, investigación y también el apoyo de los especialistas de cada municipio, quienes quedaron luego al frente de los museos constituidos. 
  “Sumamos a los pobladores y estos donaron los objetos ahora expuestos en vitrinas y paneles. De esa forma creció el sentimiento de pertenencia de cada comunidad y fue ese el mayor impacto: el pueblo apropiándose de esta labor.  Y ahí radica la satisfacción de un premio más de 30 años después: saber que ya somos una familia y no ese pequeño grupo de '77”.
   Con obras recibe la Oficina este 15 de julio, amén de las inconformidades inherentes a su haber:
 

Cementerio de Reina.

“Nos encontramos en plena restauración del Cementerio de Reina, ya casi a término su edificio administrativo, donde funcionará un museo. Otro proyecto en similar proceso es el corredor de Santa Isabel, vínculo entre la Plaza de Armas y el Muelle de la Real Hacienda, dos espacios públicos de mucho interés.
  “También tenemos el Paseo La Mar, desde la terminal de cruceros, entre la Arango y calle La Mar, hacia el corredor Santa Isabel. Ya completamos unos 400 metros y el cambio ha sido extraordinario: amplias aceras, arboladas, calles pavimentadas para favorecer el tránsito.
  “Cuentan además los maravillosos hoteles en Punta Gorda: primero el Palacio Azul, luego la Casa Verde y el hostal Perla del Mar; se remozan a su vez las viviendas de La Punta, el entorno del Parque Villuendas, la segunda plaza en importancia, con un Palacio de la Moneda en condiciones dignas para sus inquilinos y con servicios a la población.
  “Devolvemos los valores originales a la Catedral, transformada a principios de la década del 60 del siglo pasado. De conjunto con el Obispado, especialistas españoles y los estudiantes de la Escuela de Oficios, asumimos la restauración de los vitrales franceses, un tesoro invaluable y ya terminamos El Salvador, que mira hacia la Plaza. Llegó a feliz término el Palacio de la Artesanía, Palacio Blanco o Palacio de Quesada, una joya del siglo XIX donde los propios trabajadores de la ACAA y la dirección de Cultura devuelven el esplendor con esa escalera imperial maravillosa, única en el país.
 

Castillo de Jagua.

“En cambio, se han demorado las labores en Iglesia Metodista, pero avanzan. También el Castillo de Jagua vive un proceso de transformación; queremos inaugurar para fin de año el Patio de la Alambra, nuestra sede social, detrás de la barbería del Bulevar…
  “Y no hacemos más por las limitaciones económicas: tenemos la responsabilidad de preservar y conservar la zona declarada; mas no contamos con el presupuesto económico para hacerlo. La población nos reclama y en realidad la Oficina no cuenta con un presupuesto para la restauración: solo coordina, supervisa o aprueba lo tramitado.
  “Todavía le debemos mucho a Cienfuegos y lo primero es lograr para la ciudad el esquema de Oficinas del Conservador empleado en el resto del país: un sistema económico sustentable, que permita la materialización de todos esos sueños y necesidades.
  “Llegaremos a él ahora, gracias a la red de Oficinas del Historiador y Conservador de ciudades patrimoniales de Cuba, creadas por el Consejo de Estado, con Eusebio Leal como presidente. Ella permitirá la conversión de nuestro objeto social y brindará las herramientas de una empresa de restauración, con presupuesto, una entidad comercializadora de servicios…
  “Progresivamente la Oficina será propietaria del uso de suelos y varios estaciones públicos (la Plaza de Armas, el Bulevar, Paseo del Prado, Parque de la Aduana, entre otros) pasarán a nuestra propiedad y podremos trabajar directamente sobre ellos… Así estaremos más tranquilos.
  “Solo me iré feliz de este mundo cuando la población valore cuánto puede hacer desde lo individual para conservar este tesoro en sus manos. Cienfuegos lo merece todo: es una ciudad única, no solo la Perla del Sur, sino la Perla de Cuba, un regalo de los dioses.
  “Porque siempre decimos que ser cubanos es un orgullo; pero ser cienfuegueros es un privilegio”. (Darilys Reyes Sánchez)