El paisaje cultural de la localidad
santiaguera de El Cobre –famosa por albergar la imagen de la Virgen de la Caridad- y los sitios del
camino de la Patrona de Cuba, fueron declarados Monumento Nacional de la República.
Incluida en los festejos del
XXXIII Festival del Caribe (la cual concluye hoy martes, 9 de julio), que tiene como sede a la ciudad de Santiago de Cuba, la proclamación
obedece al alto valor histórico, etnográfico y etnológico del poblado, el Cayo la Virgen y Barajagua, estos
últimos identificados dentro de la vía de peregrinaje.
Gladys Collazo, Presidenta del Consejo Nacional de Patrimonio Cultural y de la Comisión Nacional de Monumentos, leyó la declaratoria oficial, donde se especifica la
relevancia del lugar, dada por su carácter asociativo con el Templo y los
restos de edificaciones antiguas que tuvieron como finalidad la adoración de la Santa.
Además, el documento refiere la trascendencia
de la zona por ser testimonio excepcional del patrimonio industrial y de las
primeras sublevaciones de esclavos africanos en la Isla, evidenciado en las
minas de cobre situadas allí.
La imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre, hallada
en la Bahía de
Nipe en 1612, constituye parte de la identidad del pueblo cubano, que le ha
rendido tributo e identificado en ella a un símbolo de fe en sus anhelos de
libertad y justicia.
Durante la jornada y también como parte del
programa de la llamada Fiesta del Fuego, tuvo lugar un espectáculo en homenaje
a la rebeldía esclava, a los pies del Monumento al Cimarrón, muy cerca de El
Cobre.
LOS HIJOS DE LA VIRGEN SANTÍSIMA
La tormenta dificultaba el trayecto de los
Tres Juanes en la búsqueda de una salida por la bahía de Nipe.
Los jóvenes, dos de ellos aborígenes y uno
esclavo, divisaron una tabla flotando en las aguas tempestuosas del mar
embravecido que se infiltraba tierra adentro.
La figura de una mujer se dejó ver entre las
inclemencias del mal tiempo… Daba inicio así a la leyenda de la Virgen de la Caridad del Cobre, Patrona
de Cuba.
La devoción por la virgen, aparecida
milagrosamente entre las aguas, se generalizó con rapidez por toda la Isla de Cuba en tiempos donde
las comunicaciones eran apenas posible. Desde entonces varios fueron los sitios
donde descansó, hasta llegar al Templo Parroquial del Cobre, en Santiago de
Cuba, para ser recibida con un gran campaneo en el altar mayor, a lo que se
debe gran parte de su nombre.
Luego de la guerra de la independencia fue
declarada Patrona de Cuba, a petición de los veteranos. El 10 de mayo de 1916
su Santidad Benedicto XV accedió al pedido, nombrando a la Virgen de la Caridad del Cobre, Patrona
Principal de la República
de Cuba, acordando su celebración el 8 de septiembre.
En 1998, durante la visita del Papa Juan
Pablo II a la Mayor
de las Antillas, fue coronada como Reina de Cuba en la misa que celebrara en
Santiago de Cuba, el sábado 24 de enero de ese año.
EL SANTUARIO DEL COBRE
El oriente cubano es conocido por sus amplias
tradiciones de lucha, territorio de importantes sitios históricos y de las
primeras villas fundadas en el país, siempre figuró como uno de los más
importantes en el ámbito económico
La esclavitud preponderante en los tiempos
coloniales propició el rápido arraigamiento de la Virgen de la Caridad, apellidada del
Cobre, por el lugar de su enclave. La virgen representa en el culto sincrético
afrocubano a Ochún, símbolo de feminidad, de alegría y de las aguas dulces, a
lo que se debe gran parte de la devoción de los habitantes de la Isla.
Distante de la capital santiaguera se
encuentra el poblado del Cobre, donde descansa la virgen. La vida de la comarca
se limita al estrecho culto de la patrona con un ambiente exclusivo de una zona
destinada al peregrinaje de sus fieles.
La iglesia se alza majestuosa varios
kilómetros antes de llegar al pueblo. Como un templo estampado en las faldas de
la montaña exhibe su arquitectura sobria, matizada con una gran escalinata. El
centro de la iglesia engalanado por preciosos vitrales alegóricos recuerda al
visitante que está en la casa de La
Caridad del Cobre.
El altar, trabajado en plata maciza, exhibe
valiosos objetos ornamentales y una virgen imponente ante los ojos de cualquier
mortal.
En la Capilla de los Milagros se observan disímiles
ofrendas en honor a la
Santa. Juguetes, joyas, fotos, cartas, pinturas, premios,
medallas, todo figura en el sitio que parece no dar abasto para tantos devotos
que vienen con su ofrecimiento. La misma imagen de la Virgen descansa rodeada de
flores amarillas en su predominio, con el niño Jesús en el brazo izquierdo y
una cruz en el derecho.
El pueblo es apenas una justificación para el
visitante que viene a la morada de la Virgen. Pequeñas
estatuillas, piedras, estampas, las manos tratan de no irse vacías en símbolo
de buen augurio.
Los hijos de la Caridad del Cobre acuden
al lejano lugar para ver a su patrona, y ella, en espera paciente, los aguarda
para que acudan a rendirle tributo o en cumplimiento de sus promesas, un acto
religioso que conmueve hasta al más descreído.
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