Hasta el santuario erigido en su honor, en la oriental provincia de Santiago de Cuba, acuden cubanos y visitantes extranjeros atraídos por la historia e influencia de uno de los íconos religiosos más importantes del país.
La leyenda refiere que en 1612 dos hermanos indios y un muchacho negro de unos 10 años, conocidos en el imaginario como “los tres Juanes”, fueron a buscar sal en la bahía de Nipe -en la costa norte del oriente de Cuba- y divisaron el ícono sobre el mar.
Era una imagen de la Virgen María sobre una tablilla en la que se leía “Yo soy la virgen de la Caridad”, la cual fue trasladada hasta el poblado Real de Minas, cercano a la villa de Santiago de Cuba, donde se abre una de las mayores vetas de cobre a cielo abierto de América.
En el siglo XIX, durante las guerras por obtener la libertad de la metrópoli española, los miembros del Ejército Libertador se encomendaban a la santa, y su imagen, tanto en efigies como en medallas, los acompañaba en sus combates, por lo que también se le conoce como la Virgen Mambisa.
Fueron precisamente los veteranos de las guerras de independencia quienes escribieron al Papa Benedicto XVI, en 1915, con la solicitud de la proclamación del ícono como Patrona de Cuba, nombramiento que se produjo un año después y fijó el 8 de septiembre como día de su fiesta patronal.
Durante el viaje realizado a la isla en 1998, el Papa Juan Pablo II coronó y bendijo la imagen de la Caridad del Cobre y le rindió homenaje durante su tercera misa oficiada en el país, el 24 de enero de ese año.
En 2010 y 2011 los cubanos no necesitaron trasladarse hasta la oriental provincia de Santiago de Cuba para mostrar su devoción a la virgen, pues una peregrinación nacional llevó su imagen a todos los rincones de la isla.
Autoridades eclesiásticas, instituciones y organismos estatales de todos los municipios y provincias del país participaron en la organización del recorrido, que se extendió por casi 30 mil kilómetros de la geografía cubana.
El Papa Benedicto XVI recorrió el Santuario de la Caridad del Cobre y oró ante la virgen durante la visita apostólica que realizó a la nación caribeña en marzo pasado, precisamente con motivo del Año Jubilar por el hallazgo de la imagen. Como parte de esa visita, el ícono devenido a través de la historia símbolo de devoción, patriotismo e identidad, recibió la Rosa de Oro, distinción creada por el Papa León IX, en 1049.
Con
ese gesto, Su Santidad reconoció el valor religioso y cultural de la
Virgen de la Caridad del Cobre, la misma que en su recorrido por toda
Cuba congregó a fieles y no creyentes bajo el deseo común de bienestar y
mejoramiento humano.
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