Idania una de las voces más reconocidas. |
La otrora voz líder de la agrupación sureña Ismaelillo, hoy en solitario, nos llevó de la mano durante casi dos horas, para disfrutar de un espectáculo donde incluyó temas como Rumberos de ayer, de Benny Moré; La Cleptómana, de Manuel Luna; Tú no sospechas, de Martha Valdés; y Créeme, de Vicente Feliú.
Idania ofreció una versión musical de su autoría del muy conocido poema antológico Me desordeno amor, me desordeno, de la autora matancera Carilda Oliver Labra, Premio Nacional de Literatura, y con el cual el público, que colmó el coliseo puestos todos de pie, se deshizo en aplausos.
En el concierto, donde además Idania se sentó al piano y tocó la flauta, los asistentes acogieron las piezas musicales Pequeña serenata diurna, de Silvio Rodríguez; Vida loca, de Francisco Céspedes; Te va a doler, de Gonzalo Bermúdez; Cienfuegos patrimonio, de Eriko Burke; Estás en mí, Mariposas y Cree en mí, estos tres últimos de la autoría de la propia joven intérprete de la canción en esta provincia del centro sur de Cuba.
En su breve tiempo como solista ganó el Gran Premio (y otros cuatro lauros) del Concurso Nacional de Música Mariana de Gonitch. De sus cargados días, la artista nos regaló una mañana, para conversar sobre su obra, afanes, gustos...
¿Qué te reportó esta distinción?
Significó algo muy especial, la realización de todos estos años de trabajo, la consagración de mi esfuerzo, un paso importante en mi superación.
Destacas por tu versatilidad y eclecticismo...
Desde mis inicios me propuse ser ecléctica. Mi primer maestro, Gonzalo Bermúdez, me formó para eso, y siempre estuve de acuerdo con él. Un reciente concierto por el 8 de Marzo, celebrado en Cienfuegos, fue una prueba: interpreté desde un popurrit en un simple piano, hasta un fragmento de la ópera Evita que precisó hacerse con montaje, escenografía..., en fin; de igual forma el homenaje a Lola Beltrán con El currucucú...
Tengo entendido que Hugo Oslé es tu maestro ahora. ¿Cuáles son los beneficios?
Comencé recientemente con él. La relación me va superbien. Oslé fue alumno de Mariana de Gonitch. Ya desde la primera clase -fueron fundamentalmente ejercicios- sentí que comencé a cambiar, desde la forma de respirar hasta todo.
¿Cómo te preparas técnicamente?
Todos los días me preparo física y vocalmente; y creo que eso ayudará a madurar algo que está todavía "medio pintón". Cada jornada realizo ejercicios de voz. A través de los años he tratado de corregir los defectos que iba detectando en las grabaciones de los conciertos; he explorado mi voz y aprendí a conocerla, a colocarla.
¿Cuáles son tus temas preferidos?
Lo que más me gusta cantar son cosas de sentimiento, feeling o bolero, lo que yo pueda sentir.
¿Con qué sueñas?
Sueño con tener un grupo acompañante, me gusta sentir la música en mí. Hacer espectáculos donde pueda demostrar mis diferentes habilidades, cantar, bailar, tocar la flauta, el piano, y toda la gama de la percusión.
¿Qué te reporta espiritualmente la labor profesoral?
Llevo tres años como maestra de piano. Imparto el instrumento en primero, segundo y tercer años. Es uno de los privilegios que me ha dado la vida. Ellos, los niños, con un gesto te pueden mostrar mucho. Un beso suyo fortifica el ánimo.
Aparentas ser una muchacha de carácter serio.
En el sentido de que me gusta hacerlo todo casi a la perfección, sí lo soy. Eso viene en mi mapa genético: mi mamá es superseria..., pero en realidad no me considero así si se asume el término como adusta, grave.
Me gusta cantar y pienso que deben aprovecharse todos los escenarios, mejor aún si responden a una noble causa. Todos los escenarios me alimentan, me brindan una necesaria espiritualidad. No pierdo la oportunidad de cantar. Estoy segura de que en mi día a día, la perseverancia y la incondicionalidad ante todo me ayudan a seguir creciendo.
Cree en mí, es el último fonograma que acabas de presentar en el teatro, un homenaje a varios cultores de la música y la poesía en el país.
Realizar dicho trabajo fue excepcionalmente maravilloso. Constituyó un reto porque debes pensar, soñar y vivir esos versos para poder imaginarlos en la música. Me encanta la obra de Carilda; me motivó. Ella escuchó el tema y lo que hizo fue llorar. Aunque quedé satisfecha con este espectáculo, sólo me faltó contar con su presencia.
Pretendo repetir la experiencia con diversas obras de esta afamada poetisa matancera, quien fuera galardonada con el Premio Nacional de Literatura (1997). No me canso, mi amor, ya de quererte resultará la próxima, en compañía del septeto de sones Los Naranjos, con el fin de obtener un producto de corte más tradicional.
Y por supuesto, tengo dentro de mis proyecciones futuras seguir promocionando el disco producido de forma independiente, es decir, con recursos propios.
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