Faltaban 14 años para que falleciera la excepcional actriz que le dio seña, cuando una flamante institución cultural de Cienfuegos era bautizada bajo su influjo y nombre, el 1 de septiembre de 1911. Abría, esa noche, el teatro Luisa Martínez Casado, con un siglo a sus espaldas desde ayer.
Y justo la artista de cuyo honor recibía la denominación, realzó la fecha fundacional con su presencia, al declamar el poema A Cienfuegos. A su lado, la compañía de Esperanza Iris (la Emperatriz de la Opereta), la cual interpretó La viuda alegre. Al comienzo de la función, la Banda Municipal, dirigida a la sazón por Agustín Sánchez, ponía al público a entonar el Himno Nacional al compás de sus acordes.