Por Mercedes CARO NODARSE
Foto: CEDEÑO
Esta mujer, que ya
guarda historias y años en su mente y espaldas, cumple con rigor la tarea de
observadora voluntaria de la lluvia, faena realizada desde hace casi tres
décadas. “Primero fue mi esposo, con él hablaron los compañeros de la Empresa
de Aprovechamiento Hidráulico (EAH), de acá en Cienfuegos, le explicaron la
necesidad de atender el pluviómetro y la manera de desarrollar el trabajo, algo
que aprendimos todos en la casa; al fallecer nos quedamos mi hijo y yo, es algo
así como una tradición familiar”, comenta.
Conocida por algunos
y anónima para muchos, la misión se repite de manera inalterable cada mañana,
durante los 365 días del año. “Reporto
cuál es el volumen de precipitación ocurrido en un término de 24 horas. En
tiempos normales, hacemos un conteo a la hora establecida e informamos si hubo
o no lluvias. Lo que suceda a partir de ese momento lo avisamos al día
siguiente. No puedes decir: ¡ay, se me olvidó y no anoté! Tenemos que ser muy
responsables.
“Cuando hay intensas
lluvias o tormentas, huracanes…, la medición se ejecuta de manera parcial y de
acuerdo con las orientaciones de la Defensa Civil, según la fase informativa,
alerta o alarma ciclónica. Aunque llueva, hay que reportar; no podemos esperar el
escampón”.
Hay personas que
miran con curiosidad el pluviómetro instalado al aire libre y en una pequeña
elevación; sin embargo, los habitantes de la comunidad reconocen el trabajo de
Reinalda, por qué está ahí, y cuando llueve, allá van raudos a indagar. “Al otro
día pasan por aquí y me preguntan: ¿cuánto llovió ayer?; le confieso algo, ese
equipo forma parte ya de los objetos familiares”, acota.
“Como ves tengo mi
reglita de hasta 50,4 milímetros y en estos modelos voy escribiendo las cifras
que marca el aparato. Mira, esto se hace así —y explica con verdadera
maestría—, quitas el embudo y la introduces en la probeta por algunos segundos
(si de aguaceros constantes hablamos, y de derramarse el contenido hacia un
depósito mayor, constaría la sumatoria de las cantidades del líquido una y otra
vez vertido en el recipiente calibrado). De ahí haces la lectura. El equipo no puede
tener interferencias y yo no dejo que arrimen animales, lo cuido como si fuera
mío”.
“Nuestra misión es
muy importante, sabemos cómo se conforman los partes diarios de lluvia emitidos
por ‘Aprovechamiento Hidráulico’, y donde, por supuesto, aparece la información
ofrecida por quienes conformamos esta madeja de centinelas del cielo o de las
nubes, como también algunas personas nos llaman. De ahí que puedan adoptarse
medidas en la agricultura u otro sector de la provincia. También contribuimos a actualizar el banco de datos de
precipitaciones de la provincia, y en mi caso, al cálculo de la lluvia media
del municipio Cumanayagua.
“Así cuando Rubiera
habla en el segmento meteorológico en el Noticiero o cualquier otro compañero, y
aclaran ‘cayeron tantos milímetros de lluvia en tal o más cual lugar’,
enseguida pensamos: ¡seguro lo dijo un observador voluntario!”.
Ríe con una mezcla
de picardía y felicidad por formar parte de una red pluviométrica, la cual ya
abarca 105 objetos en comunidades intrincadas, la mayor parte operados por 64
voluntarios de la lluvia y el tiempo.
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