Por Mercedes CARO NODARSE
Sin embargo, a pesar de retumbos y armonías
¡el agua se esta acabando! Según algunos datos de la ONU, en los últimos 70
años la población mundial se triplicó, pero lo que realmente alarma es ver el
incremento en seis veces más el consumo del vital líquido, con lo cual, de
mantenerse tal tendencia, dentro de los próximos 25 años un tercio de los seres
humanos no va a tener qué beber.
Los datos muestran las siguientes
estadísticas: de toda el agua disponible en la tierra el 97,5 por ciento se
concentra en los océanos. La potable completa el 2,5; el 70 por ciento del
líquido dulce está en forma de hielo o en capas freáticas demasiado profundas
para su explotación. Otros cálculos estimados de UNICEF y la Organización
Mundial de la Salud (OMS) publicados en 2013, indican que en el mundo hay 768 millones de personas sin acceso a agua
potable. Tal y como muestran los esquemas del Consejo Mundial del Agua
(WWC, por sus siglas en inglés), se estima que para el 2015 el número de
habitantes afectados por esta grave situación podría elevarse a 3 mil 500
millones de personas.
Al concluir el pasado 2013, en los 242
embalses existentes se almacenaban más de 6 mil 400 millones de metros cúbicos
de agua, alrededor de un 70 por ciento de la capacidad total. El
origen de nuestros recursos hídricos son las precipitaciones anuales, con un
comportamiento medio de mil 335 mm, relativamente poca.
Aunque hoy trabajan en la rehabilitación de conductoras y redes
hidráulicas, la implantación de un sistema de metraje, reparación o sustitución
de estaciones de bombeo, y en un plan de mantenimiento de toda esa
infraestructura con el propósito de alargar la vida útil de las muy
desmanteladas instalaciones —basta con recorrer las calles y avenidas de esta
ciudad de Cienfuegos—, se pierden miles de litros de agua a diario por los
salideros debido a la obsolescencia de las redes, al deterioro de las llaves
dentro de los hogares, imposibles de reparar, en muchos casos, por los altos
precios de los herrajes en los mercados.
Del líquido bombeado en el país se pierde el 16
por ciento en las conductoras, un 20 en las redes y el 22 en los domicilios,
empresas y organismos del estado, fundamentalmente por la prolongada
explotación de la infraestructura sin el adecuado y necesario mantenimiento,
erróneas prácticas en la manipulación de los sistemas hidráulicos, precios
subsidiados del agua, que permite el uso irracional e improductivo del recurso,
un gran número de centros altos consumidores de agua, y la lenta solución a los
planteamientos de la población relacionados con acueducto y alcantarillado, entre
otros.
Súmele a esta utilización ineficiente la
contaminación y encarecimiento del saneamiento, sobre todo por el deficiente
tratamiento e inadecuada operación y mantenimiento de los sistemas ya
existentes, la violación de normas técnicas, falta de estrategias preventivas
encaminadas a minimizar la corrupción en las fuentes de origen, insuficiente
cobertura de alcantarillado y de capacidades de las colectoras, con el fin de evacuar
las aguas residuales domésticas, así como industriales, agroalimentarias y
otras, disponiéndose generalmente sin tratamiento (crudos) a las aguas
terrestres.
A esto valdría la pena incorporarle la falta de percepción de riesgo al incurrirse en indisciplinas, una de las más comunes resulta la utilización del canal magistral como sitio de veraneo, adonde acuden las personas a bañarse o asear los animales, o en otros sitios, con lo cual generan afectaciones a las cuencas y reservas del manto freático, comprometiendo la salud y la calidad de vida de la población.
A esto valdría la pena incorporarle la falta de percepción de riesgo al incurrirse en indisciplinas, una de las más comunes resulta la utilización del canal magistral como sitio de veraneo, adonde acuden las personas a bañarse o asear los animales, o en otros sitios, con lo cual generan afectaciones a las cuencas y reservas del manto freático, comprometiendo la salud y la calidad de vida de la población.
Preservar, ahorrar el “oro azul”, como
también se le conoce al preciado líquido, deberá convertirse en premisa de cada
ciudadano, pues el problema de fondo lo constituye creer que el agua durará
para siempre. Como han mencionado en más de una ocasión, en el futuro las
guerras se pelearán por conseguir agua y no estamos muy lejos de esa
realidad.
AGUA: ÚSELA SABIAMENTE
Algunas maneras de ahorrar el preciado líquido
-Existen varias maneras de
ahorrar agua, y todas comienzan con usted.
-Cuando lave los platos a
mano, no deje el agua corriendo mientras los enjuaga. Llene un fregadero con
agua jabonosa y el otro con agua para enjuagar.
-Ajuste los aspersores de
manera que riegue solo el césped, y no la casa, la acera o la calle.
-Siembre las plantas en la
primavera o el otoño, cuando requieren menos agua. Reduzca al mínimo la
evaporación regando durante las horas de la madrugada, cuando las
temperaturas son más frescas y los vientos más ligeros. Use un destornillador
para probar la temperatura del suelo. Si entra fácilmente, no riegue. El riego
adecuado del césped puede ahorrar miles de galones de agua al año.
-Vea el medidor y la factura
del agua para mantenerse al tanto de la que usa.
-Lave sus verduras en el
fregadero o en una olla parcialmente llenos de agua, en lugar de debajo del
grifo. Guarde el agua usada para enjuagar verduras, y vuelva a utilizarla para
regar las plantas de la casa.
-Use una escoba en lugar de
una manguera para lavar la entrada de autos o la acera y ahorre 80 galones de
agua cada vez.
-Tome su ducha en menos de 5
minutos. Esto le ahorrará hasta 1000 galones al mes. Cierre la llave del agua
cuando se esté lavando el pelo, y ahorrará más de 50 galones a la semana.
-Cuando limpie su tanque de
peces, use el agua drenada para regar las plantas. Esa agua es rica en
nitrógeno y fósforo, que le proporcionan un fertilizante gratis y eficaz.
-Ponga colorante de
alimentos en el tanque de agua del inodoro. Si esta se filtra a la taza, tiene
un salidero. Estos son fáciles de arreglar y puede ahorrarse más de 7000
galones al año. Asegúrese que la válvula de hule del inodoro no se quede
abierta después de bajar la palanca. Si se queda abierta, cámbiela.
-Dirija los bajantes de las
canales y otras escorrentías hacia arbustos y árboles, o recoja el agua para
usarla en el jardín.
-No use agua corriente para
descongelar alimentos. Descongélelos en el refrigerador para ahorrar agua, y
por seguridad del alimento.
-Tome una llave y arregle
ese grifo que gotea. Es sencillo, barato y puede ahorrarle 140 galones
semanales. Enséñeles a sus hijos a cerrar bien los grifos después de cada uso.
-Cuando lave la ropa, ponga
el agua al mismo nivel de la carga. Lave la ropa únicamente cuando tenga una
carga completa, y ahorre hasta 600 galones al mes.
-Antes de ducharse, instale
una cabeza de ducha de poco flujo. Estas son baratas, fáciles de instalar y
pueden ahorrarle a su familia más de 500 galones de agua a la semana.
-Ponga a remojar sus ollas y
sartenes en lugar de dejar el agua corriendo mientras las raspa para
limpiarlas.
-Asegúrese de saber dónde
está la llave maestra del agua. Esto podría ahorrarle galones de agua y daños a
su casa si se revienta una tubería.
-Cierre el grifo mientras se
cepilla los dientes y ahorrará 3 galones de agua por minuto. Eso representa más
de 1000 galones al año.
-Cierre el grifo mientras se
afeita y ahorrará más de 100 galones a la semana.
-Tire los pañuelos de papel
en la basura en lugar del inodoro y se ahorrará galones de agua cada vez.
-Use una manguera con
boquilla y cierre el agua mientras lava el carro, lo que ahorra más de 100
galones.
-Escuche si hay grifos que
goteen e inodoros que andan solos. Arreglar una fuga de agua puede ahorrar
hasta 500 galones al mes.
-Cocine la comida en la
menor cantidad de agua posible. Esto también ayuda a retener los nutrientes.
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