Kamil Bullaudy. / Foto: Roberto Chile |
La ruta plural de la labor artística que viene desplegando Kamyl Bullaudy Rodríguez, resulta la dimensión de sí mismo y el único recurso axiológico para calificarlo. “Un humanismo de esencias, nutrido a veces por las posiciones espirituales de su ser, alimentado por las señales de una cultura ancestral árabe, y la limpieza solidaria del ideal masónico, adquiere en su hacer una especial frescura de imágenes y referencias a las poéticas contenidas en su conciencia”. Así lo distinguía el pintor Manuel López Oliva, y no se equivocaba, pues el virtuoso creador disfruta de la fabricación material de la obra, sea gráfica, pictórica, experimental o cerámica.
En la historia de las artes plásticas existen pintores que se conocen por el tema y otros por el estilo. ¿En cuál de los dos grupos se enmarca Kamyl?
“Yo soy de los últimos, de los que se conoce por su técnica. Los temas vienen y van; o sea, pinto mujeres voluminosas, gallos, plátanos, paisajes y sobre todo la iconografía martiana, en la que llevo muchos años laborando; pero me conocen por la técnica, esa fusión entre lo figurativo y lo abstracto. Básicamente soy un expresionista, concentro las filosofías de las escuelas japonesas y chinas de acuarela, y algo de la cultura indú, para lograr con el mínimo de golpes de pinceladas, anatomía y movimiento de lo que estoy retratando; por ahí andan mis pasos, con una economía de recursos, lo mismo en la pintura, cerámica o artes planimétricas. Pienso que he alcanzo cierta madurez creativa importante. Al unir varias temáticas, he logrado un interesante híbrido, por decirlo de alguna manera, con un efecto muy favorable para la crítica”. Bullaudy, usted trabaja con soportes inimaginables, demuestra que hasta lo más humilde y cotidiano puede convertirse en materia prima para el arte verdadero.
”Reciclo y recupero todo. La basura no existe, son solamente cosas abandonadas, que perdieron el interés de las personas, por lo tanto se deshacen de ellas. Yo les doy provecho.
“Realizo esculturas en chatarra, pedazos de hierros, de maquinarias, a las que le doy la vuelta y armo como un rompecabezas; entonces, las devuelvo a la vida útil después de su largo desuso, con una concepción distinta a la que fue creada, con un discurso artístico diferente”.
Martí visto por Kamil. |
“Más que pintarlo, lo siento. Con ello trato de saldar la deuda que cada cubano tiene con el más universal de los seres humanos. Él supo sacrificar éxitos literarios, el amor de su esposa e hijo, la comodidad de su hogar, la vida, todo por un proyecto mayor, Cuba. Martí es el paradigma para todos los nacidos en esta tierra; constituye filosofía y religión. Por mi parte, trato de pagarla, promoviendo su obra y de esa forma estar un poco mejor conmigo mismo. Lo tengo que pintar todos los días, ya sea cuando empiezo y termino de trabajar. Se ha convertido en una religión, lo he diseñado en más de 2 mil formas y en todo tipo de soportes, tamaños, formatos y técnicas.Yo creo que siempre voy a trabajar a Martí, él resulta una fuente inagotable.
“Mira, comencé a trabajar su imagen a partir de 1995. En un principio le daba un tratamiento muy convencional y académico; apegado al de los libros de historia, al héroe y pensador. Después busqué al hombre, lo desacralicé y bajé del pedestal, para ubicarlo junto a nosotros y convertirlo en el Martí que deambula por las calles, en el amigo y consejero.
“En estos tiempos de peligro nuclear, los artistas cubanos comprometidos con nuestro tiempo, no nos quedaremos con los brazos cruzados y empuñaremos nuestras armas, que son nuestros pinceles, para llenar el planeta, si fuera necesario, de colores, armonía y gritos de paz. En estos momentos más que nunca, se hace realidad una máxima martiana: ‘Debemos andar en marcha unida y apretada como la plata en las raíces de los Andes’”.
El Che, de Kamil Bullaudy. |
Todo el rigor, pero también, horas de intenso estudio. Era llover sobre mojado, porque se trataba de la imagen más reproducida de la historia. ¡Imagínate tú! quería hacer algo diferente sin que se perdiera la esencia de esa imagen tomada por Korda convertida en icono universal. Entonces me di a la tarea de decodificar el rostro del Che, y como es característico en el minimalismo de mi obra, despojé la imagen poco a poco de aquellos elementos que no fueran esenciales hasta quedarme con la idea central, y así poder en apenas 5 ó 6 brochazos, mostrar toda la carga espiritual y dramática de esa imagen. Sin embargo, como me proponía algo menos manido, opté por el metal. Y así nació esta propuesta hecha con trozos de hierro reciclado y un ensamblado de troncos de madera que evocan la selva junto al hierro, símbolo de la fuerza de sus ideas, de su férrea voluntad de lucha y su tortuoso bregar.
¿Cómo aprecia la obra de los artistas cienfuegueros?
“Las artes plásticas en la provincia cuentan con muy buena salud. El arte es de confrontación, tiene que motivar, chocar con las personas, respirar. Creo que no sólo el grabado los distingue a ustedes, sino las artes plásticas en general. Es sorprendente las cosas que he visto, las pinturas, esculturas, propuestas instalativas…”.
En los tiempos actuales, ¿cuál debe ser el papel del artista en la sociedad?
La historia del hombre se conoce en cierta medida a través del arte y los artistas deben estar comprometidos con su tiempo. Los tiempos de hoy son convulsos y decisivos para el futuro de la Humanidad, de repente inciertos por todo los peligros que nos amenazan y las posibilidades reales de una conflagración nuclear. Por eso, bajo ningún concepto, los artistas podemos plegarnos ni permanecer callados. Todo lo contrario, debemos exigir la Paz con todas nuestras fuerzas. Esa Paz que los seres racionales que habitan el Planeta necesitan y quieren. Esa Paz imprescindible para la supervivencia de la Humanidad.
¿Qué otros proyectos te desvelan y ocupan tu tiempo?
Vivo desvelado, ocupado todo el tiempo en nuevos proyectos, en llevar a vías de hecho todas las ideas y sueños que me invaden, para dejar en cada uno de mis pasos un mensaje que va siempre más allá de cualquier propuesta u obra en particular. Pero no puedo dejar de decirte, que a partir del surgimiento de proyecto “Alas con puntas” del que formo parte y tus constantes provocaciones y retos, mi trabajo ha recibido un importante estimulo que ha dado riendas a mi instinto de creación y búsqueda constante.
¿Alguna confesión?
Alguien dijo “Benditos sean los pueblos que tengan un acervo espiritual como José Martí” y te confieso que desde que Martí llegó a mi vida, soy mejor artista, mejor ser humano, pues, como diría un buen cristiano: “Encontrar a Martí fue para mi encontrar a Dios”.
La obra de Kamyl Bullaudy Rodríguez, graduado de la Escuela Nacional de Arte, en 1991, en Las Tunas, se encuentra en colecciones privadas de diferentes países: Alemania, Canadá, España, Francia, Portugal, México, Líbano, Rumanía, Japón, Suiza, Martinica, Estados Unidos y Cuba.
Muchas de de sus piezas están expuestas en distintas instituciones del país, así como, importantes personalidades atesoran sus piezas, entre las que destacan el Comandante en Jefe, Fidel Castro Ruz; el ministro de Cultura, Abel Prieto; la prima bailarina absoluta, Alicia Alonso; los escritores, Cintio Vitier, Fina García Marruz; el presidente de Casa de las Américas, Roberto Fernández Retamar; la poetisa, Carilda Oliver Labra, entreotros. (Mercedes Caro Nodarse y Roberto Chile)
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