Seductora asoma a los ojos de quien la inscribe a diario en la suela de sus zapatos, gastados de tanto andarla, o de aquel viajero que allende los mares, llega para dejar sobre sus calles los sudores de sus andares y ardores turísticos. Más no todo queda en la tenue magia de Cienfuegos, inspiradora del Sonero Mayor.
Transitar sus calles en las primeras horas del día se convierte en un arte de evadir obstáculos, muchos los llaman, de manera irónica, “minas personales”, de variadas formas, procedencias (humana y animal), colores y olores, más bien muy malos hedores. No pocos lamentan a diario la explosión de algunas en los calzados. Entonces, las aceras muestran los pequeños surcos hechos, con el afán de eliminar tan desagradables residuos. Por otro lado, los portales de sitios tan emblemáticos por sus valores patrimoniales, históricos y constructivos, como el templo Bautista Nazaret, considerado el exponente más valioso del Art-Decó en esta ciudad y galardonado con el Premio Nacional de Conservación el pasado año; el Obispado, la biblioteca provincial Roberto García Valdés, la librería Dionisio San Román, las áreas exteriores del hotel San Carlos, las escaleras de la tienda panamericana Juraguá, la glorieta del parque Enrique Villuendas, distintos espacios del “Martí”, y de algunas casas del Prado, Calzada de Dolores y otros, son hoy baños públicos de varias personas quienes andan de parranda, borrachos, noctámbulos, irrespetuosos.
Encontrar las causas de tales indisciplinas sociales nos lleva a la falta de estos lugares, diseñados para las necesidades fisiológicas del ser humano. Servicios Comunales en Cienfuegos solo cuenta con cuatro: frente a la Funeraria, al costado del cabaret Tropisur, en la Plaza de la ciudad y en el antiguo círculo social Villena.
Benito Rangel Beltrán, director de la entidad, refiere cómo solo está arrendado el ubicado frente a la Funeraria; los otros no constituyen interés de las personas por su enclave y permanecen cerrados. “La Plaza tiene dos, solo funciona uno cuando hay actividades y el del ‘Villena’ en época de playa”, comenta.
¿Acaso la Plaza es un sitio ‘muerto’?, ¿no acuden allí todos los días y noches los perlasureños a disfrutar de los espacios recreativos y gastronómicos? Basta recorrer sus áreas y percibir cómo se concentra la juventud a lo largo del Malecón y frente a los “rápidos”. Al regreso de las fiestas, ¿no caminan por todo el Prado? ¡Ah!, la crítica situación constructiva de los baños públicos, la falta de mantenimiento, deterioro de instalaciones hidrosanitarias y la mala higiene constituyen la justificación mayor para no utilizarlos.
Desde fines del pasado año la Gaceta de Cuba publicó la Resolución 512/2013, la cual autoriza el arrendamiento de baños públicos —pertenecientes a los Servicios Comunales—, a los trabajadores por cuenta propia en todo el país. Mientras, el Ministerio de Finanzas y Precios (MFP) indicaba el precio máximo establecido en los servicios mínimos de inodoro, urinario y lavamanos, de un peso MN. Quienes deseen arrendar tales locales, dispondrán de un año libre del pago de impuestos, con vistas a, con la recaudación diaria, reparar, comprar insumos de aseo y mantenerlos en buenas condiciones.
Tal oferta no ha resultado muy tentativa. Faltará una buena política comunicacional, una señalética correcta, donde indiquen la ubicación de los mismos, horarios nocturnos, y una cultura de pueblo; pues en todo el mundo existen, ¡y nadie es capaz de robarse ni un tornillo!
En lo que “el palo va y viene” esperamos ver si deciden, por lo menos, abrir los baños cerrados, aunque nadie los arriende; contratar un trabajador, quien se encargue de su mantenimiento y brindar un mínimo servicio. Solo así evitaremos los hedores de la Perla en sus tan lindos amaneceres.
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