Hombres de anónimas proezas; pero muy vapuleados (+fotos)

Por Mercedes CARO NODARSE  Fotos: Cortesía de la EAA

Entre la tarde, noche y madrugada de los días 7 y 8 de marzo, los trabajadores de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Cienfuegos enmendaron una rotura de gran envergadura en la estación de bombeo de Paso Bonito, la cual provocó la falta del vital líquido en las ciudades de Santa Clara y en la Perla del Sur

   Nos acostumbramos tanto a decirles las cosas “malas” que nunca nos detenemos a mirar y apreciar los esfuerzos realizados, las muchas horas sin dormir, sin tomarse un respiro al menos. Somos a veces tan injustos, que solo nos acordamos de su existencia cuando el salidero de la calle brota o la esquina está inundada de aguas negras y pestilentes. Pocas veces las proezas hechas por estos hombres se reflejan en los medios de comunicación.

  ¿Modestia de su parte? ¡No! Lo sienten como una misión diaria. La última de ellas, ocurrió los días 7 y 8 de marzo. Una rotura de gran envergadura en la estación de bombeo de Paso Bonito dejó sin agua a las ciudades de Cienfuegos y Santa Clara. Desde allí se extraen 900 litros del vital líquido por segundo, y representa el 70 por ciento del abasto a la ciudad.

  En horas de la tarde del propio 7 se activó el sistema de aviso temprano de la Empresa Provincial de Acueducto y Alcantarillado (EAA). Una válvula de 900 milímetros colapsó —por sus muchos años de explotación, cerca de 50—, y cerró todo el sistema de la presa. “No existía agua para bombear hacia ninguna de las dos provincias. Por eso nos dirigimos de inmediato al lugar con todos los recursos humanos y materiales necesarios, y de esa manera acometer la obra de recuperación y arreglar los daños”, comentó Ángel González Ruiz, jefe de mantenimiento de las conductoras, en la provincia de Cienfuegos.

   Cuentan los protagonistas, integrantes de la brigada de mantenimiento mayor de la EAA, cómo laboraron más de 20 horas ininterrumpidamente. Existió sincronización entre los organismos y entidades del territorio, sin los cuales no hubiéramos podido solucionarla en tan breve tiempo.

  “De gran valía la cooperación de los compañeros de la empresa azucarera 14 de Julio, de Rodas. En sus talleres logramos hacer algunas piezas y contamos con sus soldadores en el lugar. ¡Y te hablo de la madrugada, algunas las concluimos a la 1:00 a.m.! También las fuerzas del Minint, quienes nos apoyaron con las bombas de achique y operadores, con vistas a garantizar la disminución del agua dentro del registro, que tenía once metros de profundidad. Incluso, aún con varios metros del líquido dentro, tuvimos que trabajar”, acota Ángel.

  Ya comienzan a estabilizarse las presiones por las viejas tuberías y poco a poco les llegará el agua a los pobladores, con mayor o menos intensidad, pero podrán disfrutarla, gracias al empeño de quienes siempre han sido blanco de las críticas y de muy pocos halagos.