Flama y brisa se imbrican en tibia caricia. Nodriza del crepúsculo, la ciudad aguarda el alba y reverencia el mar que la corteja. Simbiosis de océano y resol; génesis de sus epítetos y suntuosidad; especie de sortilegio de esta ribera caribeña... Cienfuegos, la Perla del Sur.

martes, 26 de abril de 2016

De Paseo con los ilustres del Prado



  Pocas veces repara el cienfueguero en el entorno del Prado, aun cuando lo asuma como símbolo de identidad. La vida agitada, o la constante recurrencia al sitio, lo distancian de su propio espacio. Apenas consigue detenerse ante los monumentos del Paseo, levantados a la memoria de ilustres hombres de la ciudad.

  Aunque la arteria se concretó como tal en 1913, la mayoría de las esculturas y bustos del lugar derivaron de una campaña a propósito del Centenario de la antigua colonia de Fernandina de Jagua. Incluso, la prensa de la época publicó detalles del ambicioso programa.

  Según consta en la Memoria Descriptiva, Histórica y Biográfica de Cienfuegos, el 15 de octubre de 1915, el Diario de La Marina reseñó el comienzo inmediato de varias obras, entre ellas el busto a Enrique Edo, “inolvidable español, amante de Cuba e inmortal historiador”. 
El periódico habanero insistió también en la necesidad de colocar allí, donde fusilaron a los héroes de la Revolución del ’68, “el monumento que existe en la actualidad y de ser posible, sustituirlo por otro de más belleza y más conforme con nuestros sentimientos patrióticos”.
  Similar fin pretendía la construcción, frente al teatro Luisa,  de un conjunto alegórico a la urbe y al trabajo, coronado con el busto al alcalde Ceferino A. Méndez.
  Como ahora, Cienfuegos buscaba llegar impetuosa a su primer siglo de vida, tras el esbozo de aquellas 25 manzanas inauguradas por De Clouet el 22 de abril de 1819. Y entonces, lo lograría…

TRIBUTOS

Pedro Modesto Hernández
  
A los Mártires de la Independencia resultó el primer conjunto escultórico erigido en el Paseo del Prado en la temprana fecha del 1ro. de mayo de 1917, dos años antes del Centenario. 
  El monumento evoca los hechos del 9 de marzo de 1869, cuando aconteció el primer fusilamiento, en el campo de Marsillán, de Juan Bautista Capote López, juzgado como capitán de una fuerza en armas. Tras su muerte, otros 17 patriotas cienfuegueros fueron ejecutados en ese escenario.
   En 1919 se inaugura el segundo de los conjuntos escultóricos, en honor a la figura de Justo Ceferino Antonio Méndez Aguirre, quien desde el cargo de Concejal (1908) diera señales de ser un hombre público, comprometido con el embellecimiento de la ciudad, así como con su desarrollo industrial y fabril. Electo alcalde el 21 de diciembre de 1912, Ceferino inició el acueducto del Hanabanilla, con el objetivo de surtir de agua a la población. Murió el 11 de abril de 1913, asesinado.
  Ya posterior a los festejos por el Centenario, se develaron en 1921 los bustos a Enrique Edo y Llop, y a la poetisa Mercedes Matamoros, la desventurada cantora del dolor. Ambos estuvieron a cargo del escultor italiano Baratta Carrara.
Benny Moré.
  
Cuatro años después, la ciudad rindió tributo al promotor de aquellas celebraciones: Pedro Modesto Hernández,  también director de los Juegos Florales del Liceo en 1922. El busto fue rematado con el escudo de la ciudad, símbolo de pertenencia.
  Casi ocho décadas pasaron para volver a inmortalizar a otro ilustre en el Paseo del Prado. La escultura a Benny Moré, obra del artista Villa Soberón y la única en bronce, se colocó el 27 de noviembre de 2004.   
  Solo esta rompe con el canon hierático de sus antecesoras, al proponer el diálogo del popular cantor con los transeúntes.
  Rumbo al Bicentenario, Cienfuegos suma nuevos ilustres, aunque mantenga en mármol a los patriarcas de antaño. El próximo aniversario abre el debate en torno a otros posibles homenajes. (Darilys Reyes Sánchez y Roberto Alfonso Lara, del 5 de Septiembre)

No hay comentarios :

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...