Zoyla Rosa tiene ojos tristes y
manos alegres. Ella encontró en el trabajo con la muñequería un estímulo para
su vida y la compensación a la soledad, según me confiesa en la entrevista.
Tras verla, a través de los años,
como participante de disímiles eventos de mujeres creadoras, decidí conversar
con esta mujer, cuyos osos, muñecas y motivos florales de raigambre campestre
tanto agradan en dichos certámenes.
Dice Zoyla Rosa, quien radica en un
intrincado paraje rural del municipio de Lajas, que aunque es en los últimos
quince años cuando comenzó a dedicarse con fuerza a esta tarea (por la cual no
percibe remuneración, entrega de forma tan solidaria como humilde sus
producciones artesanales), desde niña creyó tener el “don”.
Y sí, algo de don, pero sobre todo
de oficio, posee la sexagenaria, quien primero hizo juguetes para sus hijos,
luego para sus nietos y después para toda la comunidad.
Sus osos, por ejemplo, no tienen
nada que envidiarle a los peluches vendidos en las tiendas. Podríamos asegurar
que, incluso, son más personales, pues muestran un poco más de alma que
aquellos, fabricados en serie, para ventas masivas.
Comparte Zoyla Rosa que, pese a
utilizar de todo en sus confecciones (desde recortería de tela hasta fragmentos
de cualquier cosa que se tope), ella busca en el campo los elementos esenciales
para elaborar sus materiales. El 85 % de su composición está dominada por el
estropajo, una fibra muy especial, según dice.
Ella no se inspira en ningún modelo;
ni siquiera observa la foto de determinado objeto cuando confecciona. Es
cuestión de establecer pacto con la inspiración; y las formas, el color, la
textura llegan solos, asegura esta destacada mujer creadora, ponderada tanto
por la FMC
como por la ANAP aquí.
Además de sus plantígrados, marca
de la casa, ella realiza jicoteas, muñecas de distintos tipos, alfombras…
Dondequiera los presente, rápidamente concitan la atención del público, de lo
cual se enorgullece Zoyla Rosa.
Zoyla es una de las abanderadas del
movimiento de mujeres creadoras en la provincia, el cual suma a más de 600
compañeras (solo 150 en el municipio cabecera de Cienfuegos), quienes ejecutan trabajos de artesanía,
tejidos, paisajes, artes culinarias, labores de vinicultura y de conservación
de alimentos, entre otras actividades donde desarrollan sus talentos. (Julio MARTÍNEZ MOLINA)
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