Tienes que
irte…
es lo
que nos queda después de cada encuentro
aún estoy
sin ropas y permanece húmedo el lecho.
Tienes que
irte…
y no sé
qué hacer con esto que siento
pero tú
sí
sabes que
si te quedas puede cambiarte la vida
y cumplir
el sueño de la entrega sin secretos.
Tienes que
irte…
y me
quedo en una ciudad que no conozco
desnuda…
crepitando por dentro
porque no
termino aún de quererte.
Tienes que
irte…
sí, ya
es hora, y me quedo con tus ojos
con tu
boca, con tu cuerpo
y un
sabor inmenso a ti entre mis piernas.
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