Por Mercedes CARO NODARSE Fotos: DORADO
Trabajadores de la ECOI-6 realizan las labores constructivas. |
En el Hospital Provincial Gustavo Aldereguía Lima (GAL), de Cienfuegos, fundado el 23 de marzo de 1979, asumen intensas labores de reconstrucción y mantenimiento a sus colapsadas redes, así como a
varias salas, las cuales se encontraban en franco deterioro, debido a la
sobreexplotación de la instalación de salud, en el transcurso de estos sus 35
años de existencia.
Durante todo el año, unas once salas fueron restauradas, gracias a la cooperación de importantes empresas del territorio,
lográndose un cambio general de la redes hidrosanitarias y eléctricas, arreglos
estructurales generales y de pintura.
Pero no ha quedado ahí. Actualmente, y sin
dejar de brindar servicios médicos, en el GAL emprenden una remodelación total
de la torre 4 (ubicada al este de la institución) lo que constituye la mayor
inversión realizada hasta el momento, con un monto de más de un millón 200 mil
pesos. Serán en total más de tres millones los destinados a esos fines en el
centro asistencial.
La ingeniera civil Ada Obregón Deus,
especialista superior de la Dirección Integrada de Proyectos (DIP) del hospital,
explica cómo “desde la inauguración no han tenido un programa sistemático de
mantenimiento y reparación, por ello sufre hoy visibles roturas en las salas de
hospitalización, especialmente en las redes técnicas; esto ha provocado
filtraciones, salideros y tupiciones. Decidimos, entonces, comenzar las labores
reconstructivas e incluirlas en el plan de inversiones, a partir del año en
curso”.
La torre 4 del Hospital sometida a un remozamiento total. |
Para el 2015 tienen previsto la continuidad
de las obras en la torre 8 del edificio de hospitalización tres, la cual
incluirá todos los niveles o pisos. Luego de su conclusión ofrecerá los
servicios de Anatomía patológica (2do. piso), Hematología (3ro.), Geriatría
(4to.) y Medicina interna (5to.)
El
ingeniero José Luis Funes Naranjo, jefe del departamento de Ingeniería
Hospitalaria tiene bajo su tutela los sistemas ingenieros, que van desde los
grupos electrógenos, calderas, elevadores, bombeo y rebombeo de agua, gases y
clima central; los equipos no médicos, como aires acondicionados —más de 300
instalados—, televisores, ventiladores (más de 400 ubicados en distintas salas,
pero muchos ya están rotos), refrigeradores; y el mantenimiento civil que
incluyen las averías, tupiciones, salideros y filtraciones.
“Recibimos notificaciones a toda hora. A
diario debemos atender unas 15 o 20 roturas (…). La brigada de mantenimiento
del hospital está integrada por 6 o 7 compañeros, insuficientes si tenemos en
cuenta el tamaño y complejidad de este centro. Por eso resultan tan importante
las acciones constructivas emprendidas aquí por los trabajadores de la ECOI-6”.
Dr. Carlos Mendoza, director del Hospital Provincial. |
Agrega el directivo cómo en el Cuerpo de Guardia (CG) atienden diariamente a unos 360 pacientes como promedio, la mayoría con padecimientos vinculados a la Medicina Interna, Ortopedia, Cirugía General y Oftalmología. Subraya que en ocasiones han tenido dificultades con las camillas, pues deberían existir alrededor de 25 en esa área y han funcionado con apenas unas 10 o 12. “El mayor problema radica en los sillones de ruedas, una situación bien grave en este momento, pues el trasiego de personas en el CG es grande y la mayoría requiere de estos medios”. Basta conque durante el 2013, el “Gustavo Aldereguía Lima” registró la cifra más alta de ingresos de su historia, con 26 mil, casi todos recibidos en el CG.
…COMO EN LA VIÑA DEL SEÑOR
Tanto periodista como fotógrafo indagamos
con pacientes y acompañantes sobre la situación higiénica del hospital.
Visitamos salas remozadas y otras que aún esperan por la intervención
constructiva. La diferencia, notoria; el sentido de pertenencia de los
trabajadores, tanto en unas como en otras, evidente.
“Aquí no han limpiado hoy” dijo exaltada una
acompañante de la sala 11-A. “Eso no es cierto”, increpó la auxiliar de
limpieza Georgina Doubet Jiménez. “Este fue el primer cubículo que limpié y
mírelo usted misma: papeles en el suelo, fuera del cesto, los servicios
sanitarios sin descargar (Dorado, el fotorreportero comprobó que funcionan
bien) y hasta con guantes dentro”.
“Oiga, no le echan ningún producto
desencrustante a estos baños”, comentó una paciente. “En eso tienen razón”,
acota Nelson González López, jefe del departamento de Servicios Básicos.
“Tenemos escasez de insumos de limpieza, también de escobas, trapeadores.
Dependemos del nivel central, no podemos adquirirlos por nuestra cuenta (…) Ya
lo hemos informado en múltiples ocasiones”.
En los lavamanos dejan tirados residuos de todo tipo. |
“Cuando llega el paciente, y después de
ubicarlo en su cama y mirar las indicaciones médicas, converso con él y su
familiar acompañante. Le explico acerca de la necesidad de mantener la
pulcritud, no depositar los restos de alimentos en los cestos del baño ni arrojar
nada fuera de estos; les oriento dónde realizar el aseo de algunos implementos
(cuñas, patos). Están quienes utilizan el lavamanos para esos menesteres; o los
“sordos”, por llamarlos de alguna manera, pues hacen caso omiso a las
instrucciones (…) ¡Para ello existe el cuarto sucio! Como ve aquí perdura la
limpieza, además tenemos una auxiliar muy buena”.
La plantilla de auxiliares de limpieza está cubierta al 85 %. |
Hacia allí enrumbamos los pasos. En el mes de
agosto remozaron los servicios sanitarios; apenas un mes y medio después fueron
“canibaleados”. Percibimos cómo arrancaron los tomacorrientes, las pilas para
el agua rotas y hasta azulejos arrancados; igual ocurre en el área de
Información.
En el recorrido nos acompañó el doctor Carlos
Mendoza Hernández, el director general del GAL, quien escuchó a todos y mientras
nos aclaraba acerca de los múltiples proyectos que hoy se llevan a cabo:
remozamiento del área de consulta externa, la cual exhibe ya cielo raso, un
aspecto realmente deprimente hace solo unos días.
Vista parcial de la entrada del Hospital Provincial de Cienfuegos. |
“Nos falta mucho aún, pero el propósito es
entregar las salas completas, con todo el equipamiento necesario. La inversión
resulta grande, pero imprescindible, pues la situación hidrosanitaria de
diversas áreas, la carpintería y los techos empeoró a lo largo de las más de
tres décadas que tiene el hospital (…) Se hacían impostergables tales acciones,
con vistas a rehabilitar el inmueble y con ello brindar una mayor calidad en la
atención integral a los pacientes. Lo demás, será cuidar lo hecho hasta ahora,
preservarlo, solo así mantendremos las condiciones idóneas en una institución
de esta magnitud”.
Ahí está en la clave, ¡en el cuidado
colectivo! —sobre todo de pacientes y acompañantes, sin olvidar, por supuesto,
a los casi 4 mil trabajadores del GAL—, de manera que el remozamiento pueda
servir al futuro y no quede a merced de aquellos empeñados en no valorar las
acciones de apoyo a la salud pública, sino en desacreditarlas por doquier, lo
mismo en las redes sociales o sitios de la Internet, como en el barrio y las
esquinas.
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