Por Mercedes Caro Nodarse
@Eidita
Apenas franqueamos la verja de hierro fundido unida al muro perimetral, admiramos el edificio administrativo, su enormidad neoclásica, con una estructura soportada por 64 columnas dóricas. Hilda María Mola Trujillo, especialista principal y jefa del Grupo Cementerios de la Oficina del Conservador de la Ciudad, comenta: “No es una copia del Partenón de Atenas, como refieren algunas guías turísticas, aunque se utilizó el mismo estilo”.
64 columnas dóricas sostienen la enorme estructura neoclásica . |
Narra Hilda María que “hay una diferencia visible entre la parte de los entonces pudientes y la de los pobres. En la primera abundan el mármol y las esculturas, en la otra predomina la inhumación en tierra”, aclara Hilda María Mola. Asimismo cuenta sobre una vana rivalidad. "Los Silva, Castaño Montalbán, Méndez-Campillo, entre otras familias de abolengo, competían entre sí por erigir los panteones más lujosos".
Así fue llenándose el terreno, parcelado en secciones identificadas con letras, desde la A hasta la X. “A su vez, estas se dividieron en hileras y lotes. Cada calle lleva el nombre de un árbol, generalmente el que está sembrado a su derredor”, escuchamos ya acercándonos a la Avenida de los Pinos (aunque en realidad son casuarinas), para luego continuar por la de los Tamarindos, la de los Mangos, la de los Cipreses…el diseño original quiso recrear un jardín, concepto que integra al paisaje los lechos definitivos. Además de los árboles hay flores, y también un cuidado césped.
CITA CON LOS MÁS QUERIDOS
Túmulo a Don Luis Declouet, fundador de Cienfuegos. |
Un poco más allá la calle principal se bifurca cerca del obelisco erigido a los mártires del levantamiento popular contra la tiranía de Batista (5 de septiembre de 1957), concebido por los arquitectos Daniel Taboada y Enrique Capablanca, junto con el escultor Evelio Lecour.
Encontramos el cenotafio –construcción funeraria conmemorativa, sin restos– de la actriz cienfueguera Luisa Martínez Casado, enterrada en el Cementerio de Reina; y el memorial a los combatientes de Playa Girón, realizado por arquitectos de la Oficina del Conservador e inaugurado el 19 de abril de 2011, por el aniversario 50 de la batalla.
Todos los gremios y sindicatos de la ciudad conservan y cuidan sus panteones: los hay consagrados a los trabajadores Eléctricos, al Colegio Médico, a los Educadores, a logias Masónicas y a músicos. También allí fue erigido un conjunto escultórico donde reposan los restos de los importantes músicos cienfuegueros Rafael Lay, Felito Molina y Efraín Loyola.
UN POCO DE HISTORIA
La cienfueguera necrópolis, único cementerio jardín existente en nuestro país, cumple 90 años este 21 de noviembre. “Nicolas Acea de los Rios, fue uno de los acaudalados benefactores de Cienfuegos, que tenía un hijo llamado Tomás Lorenzo, ese muchacho muere muy joven a causa de la tuberculosis y su padre, quiso dotar a nuestra ciudad de obras benéficas, por lo que con la fortuna que dejó se construye el colegio San Lorenzo, hoy secundaria básica 5 de Septiembre, en el local donde inicialmente se encontraba la casa de la familia Acea, el asilo para ancianos Nicolás Acea, donde hoy se encuentra el Hospital Pediátrico de Cienfuegos, y el cementerio que lleva el nombre de su hijo: Tomas Acea.
Nicolás Acea, hasta hoy, se considera el
principal benefactor de la ciudad, sin embargo, la construcción del cementerio
que honra la memoria del hijo amado, fruto de su unión con Teresita Terry, es
una obra que no vio en vida, así como tampoco reposan allí sus restos ni los
del joven Tomás; otra intervención, entonces, resultaría determinante para
llevar adelante el proyecto de dotar a la ciudad de un camposanto que
solventara las necesidades funerarias de los cienfuegueros”, destaca la
especialista.
La idea ya del cementerio es de Francisca
Tostes, la viuda de Nicolás Acea, primeramente después de leer algunas de las
cláusulas del testamento, se trasladan a Brooklyn con los albaceas de la
familia, donde están enterrados todos los Acea, y es que hay algo muy curioso
ellos solamente ponen el capital, el dinero, para esta gran construcción que
hoy prestigia nuestra ciudad. Inicialmente se planteaba hacer un monumento en
Brooklyn, en el cementerio de Greenwood, donde están enterrados los Acea, y por
problemas de espacio no se puede construir el panteón, y después de unos
cuantos años deciden hacer el cementerio extramuros como una de las ideas más
modernas en aquella época, que se atrasó por razones testamentarios y de
litigios familiares, y es en el año 1923 que se inicia la construcción del
cementerio.
Conjunto escultórico donde reposan los restos de Rafael Lay, Felito Molina y Efraín Loyola. |
Nacido el 21 de noviembre de 1926, gracias al
proyecto de otra renombrada figura de la época, el arquitecto Pablo Donato
Carbonell, en el diseño y la estructura del camposanto “Tomás Acea” es posible
advertir el respeto a las ideas de modernidad, higiene y orden que dieron lugar
al nacimiento de la Colonia
“Fernandina de Jagua”. Bóvedas, mausoleos y tumbas se integran armoniosamente
al paisaje cuyo entorno se recorre a través de avenidas y calles con nombres de
árboles que se extienden a lo largo de más de 170 mil metros cuadrados de
superficie.
Pateón a los héroes y mártires de Playa Girón. |
Uno de los mayores atractivos del Cementerio
“Tomás Acea” es la espléndida edificación neoclásica que remite al Partenón
griego y recibe a cienfuegueros y visitantes para quienes, el miedo a la muerte
suele trocarse en admiración por aquellos que, antaño, concibieron tan digno
lugar de descanso eterno. Hilda Mola, describe la majestuosa edificación:
Memorial a los mártires del 5 de Septiembre de 1957. |
Para celebrar el 90 aniversario de la
fundación del “Tomás Acea”, joya del arte funerario cienfueguero, Monumento
Nacional desde el año 1978, y único de su tipo en el país, la Oficina del Conservador de
la ciudad de Cienfuegos y su Grupo de Trabajo Cementerios, han organizado un
programa de actividades con la participación de los habitantes de la comunidad
aledaña al camposanto, así como artistas de la música y la plástica.
ACTIVIDADES PARA SU
CONMEMORACIÓN
Según los organizadores, pese a la connotación luctuosa del lugar, las acciones de recordación no se emprenden desde una óptica mortuoria, sino desde el plano del homenaje al sitio donde reposan los restos de muchos de nuestros familiares. “Una ciudad dentro de la ciudad”, para decirlo con las palabras del Dr. Eusebio Leal Spengler.
Las referidas acciones contemplan paneles de
investigadores, visitas dirigidas, conciertos, exhibiciones fotográficas y una
muestra colectiva de artistas de las disciplinas visuales del territorio.
Los paneles contemplarán las investigaciones Nexos históricos con cementerios patrimoniales,
Novedades históricas sobre el cementerio
y Honorable de la Logia Asilo de la Virtud, a ser
expuestas por sus respectivos autores: Hilda María Mola, María Dolores Benet e
Ibrahím Moya Yera. En igual contexto ocurrirá la presentación de un libro
electrónico en torno a la necrópoli cienfueguera, Monumento Nacional, elaborado
por el diseñador Rafael Lago Serichev.
Túmulo al intelectual y revolucionario Carlos Rafael Rodríguez. |
El 20, en horas de la noche, el espacio del
Muelle Real acogerá el concierto por el aniversario 90, a cargo de Rolo y La Fabrik, junto a invitados.
En dicho instante habrá una exhibición de fotos ilustrativas de los valores
patrimoniales del lugar.
La clausura de la jornada, prevista para el
cementerio durante la fecha del 21 (día cuando se conmemoran los 90 años de
funcionamiento), será mediante la exposición colectiva Aquí en la tierra. La inauguración de la
muestra contará con la presencia de los artistas agrupados en esta, a saber
Adrián Rumbaut, Camilo Salvador Díaz de Villalvilla Soto, Ángel Fernández
(Ández), Juan García Cruz, Vladimir Rodríguez y Santiago Hermes.
Túmulo dedicado a Osvaldo Dorticós Torrado. |
Se trata de una obra benéfica que dotó a la
primigenia Colonia de Fernandina de Jagua de una de las mejores necrópolis del
país.
Su proyecto y ejecución durante la segunda
mitad de la década de los 20, del pasado siglo, estuvo a cargo de los
ingenieros Pablo Donato Carbonell y Luis Felipe Ros, quienes se inspiraron en
las ideas más modernas de la época sobre las construcciones de este tipo y que
dio como resultado un hermoso cementerio-jardín, donde los recintos funerarios,
bóvedas, mausoleos y conjuntos escultóricos se aprecian entre la vegetación. (Se emplearon, además, notas aparecidas en la revista Bohemia)
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