La Primera
conferencia sobre la libertad en el uso de Internet en Cuba,
organizada recientemente por el Gobierno de EE. UU, y una serie de nuevas
publicaciones online dirigidas
a influir en sectores claves de nuestra sociedad, confirman que dentro de la
denominada nueva política hacia Cuba el uso de la Red de redes como herramienta
de subversión se incrementa
Por Iroel Sánchez
(digital@juventudrebelde.cu)
El Gobierno de Estados
Unidos organizó los días 12 y 13 de septiembre una Primera conferencia sobre la
libertad en el uso de Internet en Cuba, a cargo de su Oficina de Transmisiones
hacia Cuba que opera las emisiones ilegales de radio y televisión contra
nuestro país. Resulta una confirmación más de que dentro de su denominada nueva
política hacia Cuba el uso de la
Red de redes como herramienta de subversión lejos de
disminuir se incrementa.
En
los últimos años se ha venido construyendo un sistema de publicaciones en Internet,
con financiamiento externo, destinadas a influir en sectores claves de nuestra
sociedad para que operen al interior de nuestras instituciones como Caballos de
Troya en función de los intereses norteamericanos.
A
esta labor de zapa se ha referido sistemáticamente el General de Ejército Raúl
Castro. El 1ro. de enero de 2014, en Santiago de Cuba afirmó: "En
nuestro caso, como sucede en varias regiones del mundo, se perciben intentos de
introducir sutilmente plataformas de pensamiento neoliberal y de restauración
del capitalismo neocolonial, enfiladas contra las esencias mismas de la Revolución Socialista…".
Sobre
el tema volvió en abril de este año en el 7mo. Congreso del PCC. Y más
recientemente, en su mensaje por el 55 aniversario de la Uneac expresó: "Hoy
estamos doblemente amenazados en el campo de la cultura: por los proyectos
subversivos que pretenden dividirnos y la oleada colonizadora global".
Analistas,
periodistas e investigadores norteamericanos que nada tienen que ver con la Revolución Cubana
coinciden con lo denunciado por Raúl:
John
Lee Anderson: "Yo no soy oráculo ni sé lo que piensa Barack Obama, pero lo que
se puede deducir es que desde la óptica de Washington, sienten que con este
acercamiento el efecto norteamericano será arrollador para Cuba. El reto
realmente es para Cuba, no para Estados Unidos, de cómo Cuba valora su
integridad cultural".
Tracey
Eaton: "Me parece muy interesante que Office of Cuba Broadcasting ha tomado un
papel más activo dentro de la
Isla, porque en el pasado muchos de sus reportajes dependían
de reporteros de Miami. Ahora hay más reporteros en Cuba que reciben dinero de
Radio Martí y algunos de los programas que realiza son parecidos a los de la Usaid".
Abunda
el dinero para imponernos la libertad de expresión a la carta, solo para sus
empleados, y favorecer becas, viajes y medios de comunicación solo para quienes
sirvan a sus intereses de dividirnos y enconarnos.
Convencidos
de que la contrarrevolución tradicional solo le sirve para mantener contentos a
los sectores más extremistas de la ultraderecha miamense vinculados al
terrorismo, y de que estos continúan aislados de la sociedad cubana, los
ideólogos imperiales han estructurado en Internet un abanico de proyectos que
abarcan desde lo cultural y lo académico hasta el humor político, el periodismo
sensacionalista, el comunitario y el literario. Todos coinciden en una base
ideológica común: el ataque a las instituciones, las organizaciones sociales y
de masas y sus líderes, así como la exhibición malsana de las carencias que la
propia política estadounidense de bloqueo lleva más de cinco décadas
ocasionando a nuestro pueblo.
Esos
proyectos han venido a renovar la vieja propaganda contrarrevolucionaria en el
nuevo escenario, con la "virtud" de poner nuevos rostros a la desgastada guerra
sicológica contra Cuba. Algunos de los colaboradores llegan a argumentar su
participación allí como parte de su realización profesional, al tiempo que
reconocen recibir una remuneración que nuestras publicaciones no les pueden
brindar.
Lo
que resulta cierto es que allí no se puede decir todo lo que se piensa porque
hay un encargo indirecto, como se preguntaba una joven periodista: "¿Se
puede en ellos criticar las monarquías constitucionales que los sustentan, las
dependencias coloniales que poseen en el Caribe y su participación como parte
de la OTAN en
guerras como las de Afganistán? ¿En otro que no es propiedad de poderosos
Gobiernos sino de un dueño que declaró 'contraproducente' pedir la libertad de
los Cinco en un medio de comunicación de Miami, se puede hacer un reportaje de
investigación sobre los graves problemas financieros que la agencia Reuters le
sacó a la luz el pasado año? ¿O la única libertad posible allí es para denostar
a esta Isla?".
Desde
esos nuevos espacios se ha emprendido un ataque a fondo contra los periodistas
cubanos, su organización gremial, la
UPEC, y el Partido, pretendiendo utilizar como quinta columna
una especie de aristocracia mediática dependiente económicamente de la
estrategia norteamericana que ahora se disfraza de "nuevos medios".
Las
instituciones cubanas tienen el derecho legítimo de adoptar las medidas
correspondientes ante una práctica periodística tendenciosa marcada por la
superficialidad, la descontextualización y la inexactitud, que sirve a la guerra
mediática y a los que aspiran a desmontar el socialismo en nuestro país.
El
Estado revolucionario ha hecho y hará todo lo posible por incrementar la
conectividad al servicio de los cubanos, es algo que ningún programa subversivo
hará detener y seguirá siendo impulsado de manera decidida en la medida que los
recursos disponibles lo permitan. Una prueba de ello es la creación de la
plataforma gratuita de blogs Reflejos, pero en cuanto se creó, los blogs
cubanos dejaron de ser noticia para la maquinaria mediática hegemónica y surgió
un nuevo producto: los "medios alternativos".
Por
arte de magia lingüística, lo alternativo ha dejado de ser aquello donde
escasea el dinero y se critica la ideología dominante (esa donde se sublima el
mercado, y se promueven el american way of life y la cada vez más desgastada
democracia representativa) para convertirse en la promoción de la restauración
capitalista y el ataque marcado contra nuestro Partido y su papel dirigente de
la sociedad cubana. Existen muchos medios alternativos y no son pocos los
cubanos que participan en ellos: van desde televisoras como Telesur y
RussiaToday, programas de radio por Internet en Miami hasta sitios como
Rebelión y Cubainformación, pero ninguno cuenta con apoyo de Gobiernos miembros
de la OTAN ni
les llueve el dinero de ONG vinculadas a Washington.
Tenemos
conciencia de que nuestra prensa debe renovarse funcional y estructuralmente, y
transitamos hacia ese propósito con el objetivo de servir mejor a nuestro
pueblo en la construcción del socialismo por el que este decidió vencer o morir
hace 11 lustros, no para entregarse a los oscuros intereses que quieren
regresarnos al capitalismo. Como escribió el reconocido periodista y leal
militante comunista Julio García Luis, quien nos dejó una obra de
extraordinario valor:
"Creemos
que puede haber una mejor alternativa cubana, socialista, revolucionaria y de
mérito periodístico. Que sintetice y mantenga lo que deba ser conservado, y
cambie lo que deba ser cambiado.
"Una
alternativa que salvaguarde el papel político y clasista de nuestra prensa, la
propiedad social en la que se sustenta, y el papel dirigente del Partido como
fuerza de vanguardia de nuestra sociedad".
La
hazaña de construir una sociedad alternativa al capitalismo en las fauces del
imperialismo más poderoso de la historia ha tenido y tendrá una prensa
alternativa. Los verdaderos alternativos somos nosotros, los revolucionarios
cubanos y quienes nos acompañan en esta lucha en todo el mundo, a los que Raúl
nos pidió en el 7mo. Congreso del Partido fomentar en nuestro pueblo una
cultura anticapitalista y antimperialista. (Tomado de Granma)
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