Entrevista a Darilys Reyes Sánchez, joven y multipremiada periodista de Cienfuegos, la cual se agenció el Premio Provincial Juan David 2015, en la categoría prensa escrita, otorgado por la Unión de Periodistas de Cuba en la provincia
En broma aparente le digo que cuando crezca quiero ser como ella; solo ríe, apenas me presta atención y continúa tecleando, como si mis palabras solo fueran una manera de distraerla de la afanosa misión de completar una página deportiva para un semanario provincial. Pero lo digo muy en serio. Darilys Reyes Sánchez no tiene tiempo perdido en los 6 años de labor: la he visto trabajar hasta de madrugada, los fines de semanas, con un ojo hinchado, y aunque protesta, todos saben que lo hace con placer; y sabe bien distribuirlo para hacer otras cosas periféricas aún sin que nada la desligue de todo lo que tiene que ver con el periódico 5 de Septiembre.
Creo no
valga la pena ponernos a contabilizar el número de premios que últimamente
Darilys guarda en algún sitio de su casa, eso no es lo más importante; importante
es saber que su ritmo interno asemeja al complejo mecanismo del Big Ben, es
precisa, exacta y siempre vas a escucharla, siempre. Sobre la forma de
construir una filosofía laboral y la parafernalia que a veces significan los galardones,
le pregunto animada. Ella se asombra en la escena.
No le gusta
verse como periodista deportiva, “sería muy osado para mí”, prefiere que se le
vea como una periodista que escribe de deporte, y esa es otra muestra de su coherente
manera de pensar. Y no es el deporte su única cantera, tal y como no debería
serlo.
“Me salgo
de mi zona de confort por cuestiones de primer orden, por los intereses
sociales de un tema, dígase puntos rojos en la agenda cubana, situaciones
especificas como la crisis migratoria en Costa Rica o las relaciones Cuba-Estados
Unidos. Uno no puede dejar de lado esos temas porque nos toca como cubanos”.
¿Qué amas en mayor medida, al periodismo o al deporte?
“Al
periodismo, pero si puedes vincular dos amores como son estos, pues entonces
mejor. Ejercer el periodismo deportivo fue el espacio más cómodo que vi para
trabajar, donde habían más oportunidades, más dinámica periodística; eso desde
el período de prácticas, cuando era estudiante. Al graduarme me ofrecieron la
oportunidad de ser la responsable de la página deportiva en el 5 de Septiembre. Claro que acepté”.
Me imagino sea un desafío encontrar temas variados, y
escribirlos de maneras amenas, cada semana para llenar una página.
“En
provincia es mucho más complicado. En los medios nacionales, por ejemplo,
existe un staff de periodistas que cubren la página y estos, a su vez,
especializados en varios temas. Es más fácil: porque hay diversidad de firmas
(siempre lo he defendido) y estilos y personas que conocen y defienden
determinados deportes. Aquí es peor, te decía, porque se trata de una sola
persona cubriendo la amplia gama de deportes en un territorio. Es complicado
llegar a todo, lograr una diversidad en cuanto a la forma de hacer; es una gran
batalla cuando eres tú mismo el que se enfrenta a dar la información, el
comentario, la investigación.
“Uno se
queda debiéndole mucho al quehacer deportivo en la provincia porque no siempre,
por otros problemas macros, puedes estar presente en los 7 municipios. Mucho se
escapa, aunque no debiera ser de ese modo”.
Junto al
Doctor en Ciencias Félix Julio Alfonso López realiza su tesis de maestría en la especialidad de
historia y antropología. Su investigación es como lo enérgico de un sendero,
limpiado por primera vez, a golpe de machete.
“Me ha
gustado mucho cursar esta maestría. Estoy investigando al béisbol, pero no como
deporte en sí, sino como elemento identitario del cubano, como parte de la
nacionalidad, su influencia en la proyección, los modos de hacer, la cultura
nacional, la literatura, en otras esferas de las artes.
“Se trata
de una pesquisa del equipo los Elefantes de Cienfuegos, el club profesional de
los años 50; porque es bastante sugerente que la Perla del Sur sea la única
provincia que 5 décadas después de desaparecida aquella liga y de erradicarse
el béisbol profesional en la Isla,
mantiene el mismo nombre, use los mismos colores del uniforme y tenga la misma
mascota. Uno se da cuenta que persiste un imaginario cultural, que la gente
recuerda aquel equipo”.
Sobre las
inconformidades casi naturales de nuestra profesión, sobre los obstáculos y la
intensión cardinal de llevar adelante la carreta a pesar de las irregularidades
del camino, Darilys conversa: “es complicado, la gente no entiende que el
producto periodístico final no depende, muchas veces, del periodista, en muchas
ocasiones queremos hacer cosas que no terminamos haciendo, por varias
coyunturas, median muchas interferencias.
“La máxima
es no cansarse. No pensar demasiado en la solución definitiva de las cosas, en
qué va a pasar mañana, hay que hacer y ver qué va pasando y tratar de
reaccionar lo mejor posible a los golpes que son propios de la carrera en
cualquier lugar del mundo”.
¿Por qué envías a concursos, crees que es provechoso?,
¿cuándo ganas sientes que estás haciendo bien tu trabajo y te detienes?
“Amén del
premio en metálico, uno lo hace más por el estímulo que representa una
premiación a nivel nacional, por el reconocimiento a tu trabajo. Sabemos que
también parte de la subjetividad del jurado y muchas otras aristas, pero
siempre es bueno; bueno saber que entre tantas personas que hacen lo mismo que
tú, uno logró hacerlo bien durante ese año. No es un hasta aquí, ahora surgen
más presiones y te obliga a mantenerte, por ti, por los lectores, luchando
contra la rutina del periodismo y contra el círculo vicioso con el que siempre
chocamos. Pero es, sin dudas, un medidor”.
Terminamos
de conversar, sentadas en un banco un poco hostil, y todo vuelve a girar.
Darilys se apresura en subir las escaleras y llegar a la
PC. Parece que no terminará nunca de
golpear las teclas. (Por Melissa
Cordero Novo, del periódico 5 de Septiembre)
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