René, el considerado primer
intelectual de la música urbana continental, rechaza cualquier vínculo artístico
con el cubano-americano, uno de los fraudes más grandes del arte sonoro
contemporáneo
Al preguntarle en reciente entrevista a René
Pérez (Residente), de Calle 13, si en algún momento colaboraría con Pitbull, el
hombre de ese himno de integración continental titulado Latinoamérica contestó
con un rotundo NO.
Raudo, aclaró que aunque los medios más frívolos e intelectualmente
ineptos dedicados al mundo artístico se empeñaran en encontrarles similitudes
(cabeza rapada, tatuajes, irreverencia) él no tenía nada que ver con alguien que solamente dice “1, 2, 3,4, ¡DALE!”
No se equivocó. Ambos son como la noche y el
día. Calle 13 es música urbana de raigambre y compromiso social auténticos; no
el “compromiso” falso de los reguetoneros mentirosos que entran en agosto a
hoteles del Caribe con pieles de visones y después dicen que “son del barrio”.
La postura vertical de los caribeños se
refleja, entre otras muchas, en las letras de
canciones como Atrévete, a mi
juicio un canto a la diversidad sexual; Calma Pueblo, con polémicos video clip
y letra; Se vale tó; Vamos a portarnos mal; Querido FBI, dura crítica a los
federales yankis por el asesinato del líder independentista puertorriqueño Filiberto
Ojeda…
Todo ello le ha valido a René Pérez ser considerado como el primer intelectual
dentro del género. Un intelectual de clara posición política, añadiría
Pitbull, el ultraanticomunista de ascendencia
cubana y rostro de pervertido, es arena de otro costal, pues su propuesta
-alguien diría anti propuesta-, recorre el mismo camino trillado de todos sus
colegas misóginos, ostentadores, quienes desprecian con su dinero todo cuanto
dicen representar de palabra. Síntesis: carro, lujo, joyas, mujeres y sexo.
Nada de pueblo ni pobreza. Son peores que los narcotraficantes, porque estos le
entregan a la beneficencia algunos dólares del dinero mal habido. Ellos, ni eso;
solo retórica vacía.
Menos mal que casi todos sus temas Pitbull los
rapea en inglés; con ello ahorra dolor a nuestros oídos. Un número suyo como Mi
corazón sufre constituye verdadero homenaje al Marqués de Sade.
Cuando ejercí de profesora de Educación
Musical, les pregunté a los estudiantes qué le encontraban a Pitbull. Ellos me
respondieron que su música era buena, movida... Así de deformados están varios
de nuestros gustos artísticos. Coloco el dedo en el insuficiente trabajo en la educación
artística en las escuelas; sobre todo con la música.
En su defensa, algunos opinan que Pitbull
colaboró con Jennifer López (ya es antológico su pose de Pedro Navaja de la Canción velándole el
trasero a la veleidosa y hoy descarrilada diva)
Shakira, Paulina Rubio, etc. Gente, y eso qué; ¿acaso lo ha hecho con
Ismael Serrano, Jorge Drexler, Buena Fe¿ No, por supuesto que no; ni las hará
nunca, porque aquellos son músicos y él es un gigantesco fraude del negocio
discográfico.
¡Bravo por Calle 13¡ Ojalá todos entendieran
la esencia de su negativa
(Por Daymara SAMA STUART / Profesora cienfueguera. Licenciada
en Educación Musical)
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