José Rivero selecciona las fotos de los clientes. |
En los últimos tiempos, cuando las cámaras fotográficas se encuentran en todos lados y en “casi” todas las manos, desde teléfonos celulares, reproductores de música e incluso relojes (sin contar la diversidad de dispositivos propiamente dichos), una gran cantidad de personas se ven cada vez más atraídas a “aprender” el arte de las imágenes y la luz. Toman sus artefactos, unos más modernos que otros, y salen a atrapar el tiempo e inmortalizar momentos únicos e irrepetibles de sus vidas.
Y luego, ¿qué hacer con lo captado por el
lente? A la fotografía La Madrileña, llegan a diario decenas de personas con el
propósito de llevarse, de manera impresa, la imagen que lograron aprisionar
tras el flash, o conseguida por alguien para ellos.
Desde hace dos años y medio, y tras ser
sometida a una rehabilitación, el estudio fotográfico brinda servicios (en
moneda nacional) a la población de Cienfuegos. Confort, buen trato, calidad en
las prestaciones, resaltan desde que el cliente llega a la unidad. “Ha ocurrido
un salto tecnológico extraordinario: de la alquimia del laboratorio al
artificio digital”, comenta José Rivero Delgado, quién lleva 12 años en el
lugar y opera la máquina impresora,
Yislaine Agüero orienta al cliente. |
“La Madrileña” además de facilitar las
fotocopias de documentos y la impresión digital para aficionados, en todos los
formatos convencionales —la máquina admite memorias, CD, celulares y otros—,
ofrece prestaciones tanto en el estudio, ubicado en la segunda planta del
centro, como en exteriores, incluyendo cumpleaños, quinces, bodas y actos
sociales.
Patricio Chaviano del Sol, fotógrafo de la
instalación, refiere el orgullo de trabajar allí, un sitio por el cual
transitaron los mejores profesionales del arte. “Somos un colectivo pequeño,
solo seis trabajadores, con un alto sentido de pertenencia y unidad. Y no
quiero que esto sea visto como una consigna de moda. La muestra de ello está en
la complacencia por la labor realizada, en las caras felices de los clientes,
en el agradecimiento diario, en la admiración manifestada.
“Lo primero que usted escucha es una
pregunta: ‘¿y es en moneda nacional?’. Hay asombro en cada expresión cuando le
respondes: ¡Sí! Y es que se perdió la imagen de lo nuestro, lo propio. Aquí
pretendemos darle valor al dinero cubano, ese que recibimos como salario. Por
eso los precios son asequibles. Desde cinco y hasta cien pesos, en dependencia
del formato deseado”.
Liliana Guerra es una usuaria habitual. |
Por su parte, Amalia Rodríguez halaba el buen
trato. “Desde que llegas la muchacha de la recepción te saluda, pregunta por lo
que vienes a hacer, te orienta. ¡Oiga es como estar en otro lugar! Buen
servicio, atención excelente, rapidez”. Liliana Guerra Pérez, cliente habitual,
opina: “para mí son los mejores, la instalación es muy confortable,
climatizada, limpia, organizada, aquí todo denota seguridad, calidad, respeto”.
Y lo aseguro. Apenas Cedeño, el fotógrafo del
CINCO y yo traspasamos el umbral del lugar, fuimos recibidos por Yislaine
Agüero Garateix, dependienta comercial y encargada de atender al público (sepan
que nadie conocía de nuestra visita). “Buenos días, en qué puedo ayudarle”. Me
sorprendí, pues todos sabemos cómo los modales andan hoy de fiesta y quienes
están encomendados a ejecutar esta tarea olvidaron frases como estas.
“Vine a realizar mi servicio social y me
quedé. Somos una familia muy unida. Me siento feliz de estar aquí y poder
ayudar a la población a canalizar sus inquietudes, orientarlos acerca de los
servicios prestados”.
Denia Alejo, económica del estudio fotográfico. |
EFICIENCIA, PRODUCTIVIDAD,
RENTABILIDAD
¿Puede una empresa socialista reunir todos
esos parámetros? “La Madrileña” así lo prueba. Los trabajadores logran
sobrecumplir de manera extraordinaria los planes económicos, con ingresos por
encima de los 60 mil pesos, teniendo solo como gastos el salario (oscila entre
250 y 355 pesos en dependencia de la misión de cada uno). Denia Alejo
Hernández, quien lleva la economía del lugar, advierte cómo es interés de todos
cumplirlos, amén de no recibir estimulación de ningún tipo. “Debo resaltar la
disciplina del colectivo, la contribución a la higiene del local, pues no
contamos con auxiliar de limpieza, el compromiso asumido ante cada reto”,
acota.
“El inicio del Período Especial en los años noventa
nos golpeó mucho, comenta Chaviano. Entonces dejamos de ser el estudio insignia
en la provincia. Luego, a inicios del nuevo milenio, se creó la Empresa VideCuba,
con el fin de revitalizar un poco la fotografía dentro de la actividad de
Comercio Interior. Pero el mayor impulso lo hemos dado en estos tiempos, con la
adquisición de estas máquinas chinas de impresión digital de última generación,
gracias a ella estamos dando a la población un servicio de excelencia”.
Se ofrecen servicios en el estudio y exteriores. |
“La Madrileña” aspira a ingresar al sistema
ya sea como cooperativa o en calidad de arrendamiento. “No debe existir
preocupación por esto, los precios continuarán siendo los mismos —explica
Chaviano—, es más, al incorporar otras prestaciones deberán bajar. Eso
demostrará cómo una empresa socialista sí puede ser rentable, eficiente y productiva”.
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