Entrevista al diseñador
Manuel Villafaña Sacerio, autor del logotipo que identificará la campaña por el
aniversario 60 del levantamiento popular del 5 de Septiembre de 1957, en
Cienfuegos, Cuba
De inmediato, la imagen me remitió al lirismo
que en ocasión de las dos décadas de la gesta, en 1977, estrenara nuestro
cantautor Lázaro García, convertido ya en icono musical del levantamiento: “Rompió
la madrugada / el grito de los hombres / como poniendo un nombre / al Sol de la
mañana…”. (canción al 5 de Septiembre).
Sin embargo, el creador de
este nuevo distintivo sobre una fecha trascendental en la localidad, tendría
que contar la hazaña sin el poder de seducción de la música, ni de las
metáforas literarias, y aun así atraer las miradas en medio del vertiginoso
andar de nuestras calles, para asir y anclar su mensaje en las multitudes:
amanece, se combate bajo la rojinegra guía del M-26-7, corre la sangre en el
colegio San Lorenzo…, en fin contar toda la proeza de un pueblo, la sublevación
de marinos, y civiles, a través de una sola imagen.
Manuel Villafaña Sacerio,
“Villa”, como conocen a este diseñador gráfico hace más de 35 años los lectores
del diario, ahora semanario, 5 de Septiembre, confiesa que “surgió de esa
inquietud de ocuparme en crear sobre un tema en mis ratos de ocio, porque si
uno se guía por el diarismo, perece, creativamente hablando.
“No hubo ninguna pretensión
de concursar, asegura. Lo hice, como tantas otras opiniones gráficas o
caricaturas políticas, que nacen de las circunstancias y las guardo en el
‘archivo’, dice mientras se apunta a su testa. Luego mis colegas me animaron a
que las presentara en el certamen convocado por la Asociación de
Comunicadores de Cuba (ACC) en Cienfuegos, para seleccionar el logotipo de la
campaña por el 60 aniversario”.
Y lo ganó.
“Creo que influyó el hecho
de que llevo mucho tiempo trabajando sobre esta efeméride, y quizás me ayudó
ese bagaje que tengo, la experiencia, porque he hecho muchos carteles, vallas y
logotipos para esa fecha. Por ejemplo, en el año del aniversario 55 hubo muchas
iniciativas y yo participé, creando la marca para una medalla conmemorativa.
“Recuerdo que entonces Juan Ayús García, propagandista y diseñador,
una autoridad en esas materias en Cuba, vino, y yo le consulté —así como lo
hacía con Enrique Román, el primer director que tuvo este periódico. Ayús me
dijo que mi trabajo le recordaba a Félix Beltrán, referente de la creación de
identidad visual en Latinoamérica —y cuya escuela sigo—, y me sentí muy
honrado, porque yo trabajo por instinto, conociendo los códigos semióticos de
los que nos valemos los diseñadores para transmitir una idea, pero no soy
graduado de nada” —se autodefine “no estudiado”, para nombrar su ilustración
autodidacta.
“Esta, creo, se sale del
cliché —admite—, porque no en pocas ocasiones vemos que esos temas se ilustran
con una palomita, una estrella, unos rayitos y nada más”.
El jurado del certamen
reconoció en la propuesta de Villa “un conjunto armónico, fuerte, coherente,
dinámico y con una carga semántica muy certera”. Conformado por la presidenta
de la ACC,
Balbina González; Mercedes Caro Nodarse, jefa de redacción del semanario 5 de
Septiembre; y Ari Bayolo de la
Teja, graduado del Instituto de Diseño, entre otros expertos,
percibió que el logotipo de Villafaña “alude de manera metafórica al momento
del hecho, al representar en primer lugar el frontis del colegio San Lorenzo, graficado
de una forma genuinamente limpia, minimalista a modo de contravalor (…) y
debajo, el hecho sangriento de una forma figurativa, realista y cruda. Esta
hace cierre visual con la superior, las une como el sol naciente significante
de renacer, vida, luz y fuerza entre otras.
“En cuanto a la tipografía,
mantiene una armonía con la utilizada en la arquitectura neoclásica del
edificio, la cual también aporta elegancia y sobriedad al logo, funcionando
como base y descanso visual del mismo (…)”.
Se descifra el Villa
conocedor de los códigos gráficos, cuya experticia le permite condensar la
historia, que con una lectura veloz, pueden decodificar la inmensa mayoría de
los cienfuegueros.
“El Sol está saliendo sobre
la entrada de San Lorenzo, y dentro se vive
el drama de esos hombres, un derramamiento de sangre, la masacre que
hicieron con ellos; y luego, como todo lo que nace, ascienden con ese Sol, a la
eternidad. Esa es en síntesis la historia que quise contar”, asevera el
diseñador.
Resultó un nuevo ícono, una
nueva visualidad, que con escasas líneas, paleta exigua, y desde prácticas
comunicacionales de la contemporaneidad, nos sorprenderá en lo sucesivo en pulóveres,
vallas, carteles. Por ahora desanda las calles y apela con la fuerza expresiva
de una imagen, a que en apenas una ojeada y en medio del vertiginoso e incierto
tráfico, recordemos la proeza que hizo a Cienfuegos la primera ciudad libre de
Cuba durante unas 24 horas. (Ismary Barcia Leyva)
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