Por Yuris Nórido / Cubasí
El protagonista de Tierras de fuego cree que la serie gusta
porque defiende una idea de unidad y amor a la tierra. "Somos una gran familia, de eso habla esta telenovela. Ese cariño es más
fuerte que las desavenencias” —dice en entrevista con Cubasí.
Kristell Almazán se ve por la televisión cubana,
estudia sus escenas en la telenovela de turno, y a veces se gusta y a veces no
tanto. "Eso siempre pasa, uno suele ser muy crítico con uno mismo. Hay momentos
en que me siento satisfecho con mi actuación, en otras me digo: debí haberlo
hecho de otra manera. Pero ya no hay caso, supongo que lo más importante es que
me esforcé y trabajé en serio".
Kristell es un actor joven, ya había
protagonizado un serial de aventuras (Los tres Villalobos) y había formado
parte del elenco de algunas teleseries y teleplays. Pero Tierras de fuego (Cubavisión; lunes, miércoles y viernes, 9:00
p.m.) es su debut como personaje principal de una telenovela. “Imagínate la
responsabilidad que asumí. Estoy en la mira de todo el mundo, no dejo de
sentirme un poco presionado, nervioso”.
Si
se siente nervioso lo disimula bastante bien, porque en su apartamento en el
centro de La Habana nos recibe con una naturalidad y una seguridad que preludian
un buen diálogo. No posa de galán seductor ni de actor emcumbrado. Sentado
cómodamente en su butaca (“¿puedo poner los pies sobre la mesita?”), Kristell
Almazán parece un hombre común y corriente, amable y conversador.