Flama y brisa se imbrican en tibia caricia. Nodriza del crepúsculo, la ciudad aguarda el alba y reverencia el mar que la corteja. Simbiosis de océano y resol; génesis de sus epítetos y suntuosidad; especie de sortilegio de esta ribera caribeña... Cienfuegos, la Perla del Sur.

viernes, 1 de diciembre de 2023

Los Gemelos, una ¿broma? de 20 años

Por Mercedes Caro Nodarse


Detrás de una caricatura no siempre hay risas. El humor es algo que no les causa gracia a todos. Si bien estas obras no persiguen aplausos, tampoco los generan para el creador, porque no se trata de un retrato y por lo tanto, se centra en la crítica. Manuel Villafaña Sacerio, Villa, para todos los que lo conocemos, es de esos que nunca busca los aplausos; se sienta en la última fila en un salón de reuniones, para pasar inadvertido; suele llegar tarde a casi todo y escuchar música, buena música, eso es cierto; y hablar y hablar hasta el cansancio del interlocutor, ¡claro, cuando no está concentrado en el diseño!

Sí, porque Villa es diseñador del periódico 5 de Septiembre desde hace 43 años, uno de los tres fundadores que aún permanecen en el medio de comunicación, y resulta ser el padre de Los Gemelos. Como Eduardo Abela, de El Bobo; René de la Nuez, del Loquito; y Ricardo de la Torriente, de Liborio.

“La lomita” —como le dicen los cienfuegueros—, hurga en la animadversión, en el aborrecimiento, en la disposición a detestar lo que se muestra inalterable. La posibilidad de estimular,
mediante la caricatura, la reflexión a través de lo que sería una “sacudida” en los hábitos y creencias de los lectores termina por ser beneficioso para todos.

Primer "Gemelo" publicado en el periódico 5 de Septiembre, de Cienfuegos.

El 14 de noviembre de 2003 Los Gemelos vieron la luz por primera vez. ¿Sabías que acaban de cumplir 20 años? Una vez dijiste en una entrevista que todo fue una broma.

“¡¿Veinte años ya, mira eso?! ¡Increíble, quién me lo iba a decir! Es verdad, todo fue una broma, consistente en dos personajes detrás de una loma, que no se ven, con dos globos, a veces con más texto, en otras mediante una pregunta y su respuesta. Busqué dos personajes que interactuaran a partir de una contradicción de criterios; no por misoginia ni nada por el estilo, pero escogí a dos hombres.

“Durante años quise hacerlo. Surgió de manera loca como comenté años atrás. Un día estaba en la redacción y me dije: ‘tengo que hacer algo’; entonces, hice la loma, los dos globos y ya, no hay que hacer nada más. Está a la distancia, no tienen por qué verse las personas, no tengo que hacer el muñequito. Ahí fue donde Douglas Nelson me dijo ‘eres el ejemplo típico de un humorista haragán’, a Nelson le gustaba que dibujara, miraba mis dibujos, un poco grotescos, picassianos…


“He utilizado el sol o la luna como un elemento de apoyo, algunas veces salen cosas interesantes otras no, y un poco surrealista, cosas locas en el sentido del enfoque visual.

“Y llegan así, de esa manera, para convertirse en una columna gráfica, semanal, que resultara en extremo fácil. Como meta me puse hacer globos, porque cuando empecé en este periódico—yo soy diseñador gráfico y mi mundo es la gráfica, la síntesis de los logotipos, ese es mi plato fuerte—, el humor que hacía era sin este recurso del dibujo. Después me quise lanzar con los globos, me costaba trabajo, como todavía me suele pasar, y bueno me dije: un reto, me voy a hacer minimalista y con globos; y de ahí salió, cada vez con más seriedad.

“(…) Me lo pedía la dirección, la redacción, los lectores lo buscaban, hay historias aquí fuertísimas y graciosas, como que llegan personas y preguntan por Los Gemelos; otros, los traen todos archivados, recortados, (…) me buscan con un librito hecho con esos recortes; (…) increíblemente supe que después eran material de discusión en los núcleos del Partido, ¡así mismo! materiales de consulta y de consumo en esa organización política”.



Los Gemelos devienen una suerte de cronistas de la existencia cotidiana, una especie de caricatura social, costumbrista. La caricatura está sugerida desde el onírico espacio donde interactúas: tus caminatas por el Malecón, la ruta uno que te lleva cerca de tu casa, las conversaciones en la redacción, la bodega del barrio, la placita o la casilla. ¿Qué te propusiste con ella?

“Es puro minimalismo doméstico, basado en crónicas cotidianas, los problemas del día a día de los cubanos. No he sido el único ni el último que en el mundo entero haya chocado con humoristas minimalistas de otros países, personas reconocidas con mucho más techo de profesión que yo. El objetivo básico de la sección es plasmar un elemento vivencial recogido en la calle, y que funcione con gracia.



“El día de mañana, cualquiera podrá tomar esta sección (como tantas otras del humor gráfico nacional), y le resultará posible efectuar un diagnóstico de por dónde andaba la sociedad cubana.

“Casi siempre se tocan temas candentes de la sociedad, como por ejemplo, los apagones, la falta de insumos a las bodegas como el café, las colas, el bloqueo, internet, la bancarización, la crítica situación del transporte, el desabastecimiento, la indisciplina social, la falta de medicamentos, los altos precios, la pésima calidad en la prestación de los servicios (…) Los Gemelos son otra crónica de la vida cotidiana. Constituye mi mayor interés comunicarme con el lector, reflejarlo en sus azares del día a día, que diga: mira, esto es lo que hay.

“Creo que lo primero es atreverse a decir cosas polémicas que la gente en serio no se atrevería a decir. Lo segundo es que llega a la gente, dice lo que tiene que decir y punto, sin muchos rodeos va al centro mismo del tema que trata. En mi opinión, forman parte del debate en la sociedad, son un surtidor sistemático de nuevas ideas que conducen a la configuración de un pensamiento público colectivo que precisamos activar, ayudar a concebir, y recoger sus frutos desde el mismo sistema de medios de la nación”.



Villafaña es la firma en tu caricatura y a la vez el respaldo y aval de su contenido que, de generar alguna crítica, incomodidad o censura, debe ser aclarado partiendo de la premisa de que la función de la caricatura es mantener el sentido del humor sobrio y mantener a la población informada. ¿Has sufrido censura?

“La censura opera donde hay complicidad, pero cuando esta se rompe, cerrando filas con un verdadero equipo de dirección del medio, que respalda la labor del caricaturista, le cuesta más trabajo imponerse. En estos 20 años solo se han dejado de publicar por esta causa tres o cuatro, no más que eso. Cuando no han visto la luz es por problemas de espacio, prioridades editoriales. Una de las cosas que tengo que agradecer a Los Gemelos es que siempre he tenido el apoyo de las direcciones que han pasado por el periódico, y yo sé que no me autocensuro.

“Todo aquel que desempeña una función pública genera una percepción social y una opinión generalizada, lo que el caricaturista simplemente plasma en su obra. Una caricatura puede servir al funcionario como una antena, para saber cómo lo están viendo los demás, cómo valoran su trabajo”.

Una curiosidad. ¿Has pensado develar la identidad de Los Gemelos?

“Fíjate, ellos nacieron por el problema del ocultismo; sí, porque los cubanos siempre andamos ocultándonos de algo: que no me vean en una cola, que no sepan si me compré esto o aquello, si me gusta esta música, o este libro, o esta película…, vivimos con ese síndrome, típico de nuestra sociedad, la gente es recelosa, el cubano es receloso por naturaleza. Muchas personas, como ustedes, se preguntan: ¿cuándo los van a sacar?, ¿cómo son ellos?, ¿son unos gemelos?, tienen curiosidad. Pero no, no se verán”.

A 20 años de Los Gemelos, ¿qué mensaje tienes para los lectores que aprecian tu obra?

“Agradecimiento, porque es increíble que una persona haga una cosa y tenga un seguimiento. Las personas, a veces, no entienden que te acepten, aprecien tu trabajo, ¡porque este es mi trabajo! No sé, es un oficio, y me siento complacido por la aceptación que he tenido en todos estos años por parte de los lectores.


“Y, también un agradecimiento hacia ustedes, por las investigaciones sobre Los Gemelos que hacen para la maestría y el diploma para la licenciatura; por esa idea de hacer el libro que tanto me ha emocionado.

“Ahora pienso en el día en que ya no esté quién hará Los Gemelos, ya no serán de Villafaña, sino de Fulanito de tal. Ojalá que siempre exista alguien que mantenga la columna gráfica, pocos periódicos tienen una. El problema más triste es la moda de las temporadas, la uno, la dos etc. Pienso que deberían darle muchas más a esta sección, así uno pasaría a la historia como partícipe de esta obra, a la espera de la próxima temporada”. 

Entrevista realizada en coautoría con Yenly Pérez Madruga, estudiante de sexto año de Licenciatura en Comunicación Social.













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