Muchos
son los poemas dedicados a Fidel salidos de la pluma de prestigiosos
intelectuales del mundo y de Cuba, entre los aquí seleccionados
encontrarán los de Carilda Oliver Labra, Pablo Neruda, Ernesto Che Guevara, Juan Gelman, Mario
Benedetti, El Indio Naborí (Jesús Orta Ruiz), Nicolás Guillén, Nancy Morejón, Virgilio
López Lemus, Arturo Corcuera, poeta peruano, Antonio Guerrero Rodríguez, Elías Cedeño Jerves (poeta
ecuatoriano), Francisco Riverón Hernández, Pura del Prado, Justo Rodríguez
Santos, David Moya Posas, Pablo Armando Fernández, Hildebrando Pérez Grande, Miguel
Barnet, Juan Cristóbal, Juana García Abás y de Alex Pausides, muchos de ellos
aparecen Cantar de Alejandro, libro de poemas dedicados a Fidel, publicado por Ediciones Unión y la Colección Sur.
Canto a
Fidel
De: Carilda Oliver Labra
No voy a nombrar a Oriente,
no voy a nombrar la Sierra,
no voy a nombrar la guerra
–penosa luz diferente–,
no voy a nombrar la frente,
la frente sin un cordel,
la frente para el laurel,
la frente de plomo y uva:
voy a nombrar toda Cuba:
voy a nombrar a Fidel.
Ése que para en la tierra
aunque la luna lo hinca,
ese de sangre que brinca
y esperanza que se aferra;
ese clavel en la guerra,
ese que en valor se baña,
ese que allá en la montaña
es un tigre repetido
y dondequiera ha crecido
como si fuese de caña.
Ese Fidel insurrecto
respetado por las piñas,
novio de todas las niñas
que tienen el sueño recto.
Ese Fidel –sol directo
sobre el café y las palmeras–;
ese Fidel con ojeras
vigilante en el Turquino
como un ciclón repentino,
como un montón de banderas.
Por su insomnio y sus pesares
por su puño que no veis,
por su amor al veintiséis,
por todos sus malestares,
por su paso entre espinares
de tarde y de madrugada,
por la sangre del Moncada
y por la lágrima aquella
que habrá dejado una estrella
en su pupila guardada.
Por el botón sin coser
que le falta sobre el pecho,
por su barba, por su lecho
sin sábana ni mujer
y hasta por su amanecer
con gallos tibios de horror
yo empuño también mi honor
y le sigo a la batalla
en este verso que estalla
como granada de amor.
Gracias por ser de verdad,
gracias por hacernos hombres,
gracias por cuidar los nombres
que tiene la libertad.
Gracias por tu dignidad,
gracias por tu rifle fiel,
por tu pluma y tu papel,
por tu ingle de varón.
Gracias por tu corazón.
Gracias por todo, Fidel.
(marzo de 1957)
Canto a
Fidel Castro
De: Ernesto Che Guevara
De: Ernesto Che Guevara
Vámonos,
ardiente profeta de la aurora,
por recónditos senderos inalámbricos,
a liberar el verde caimán que tanto amas.
Vámonos.
Derrotando afrentas con la frente
–Plena de martianas estrellas insurrectas–
juremos lograr el triunfo o encontrar la muerte.
Cuando suene el primer disparo y se despierte,
en virginal asombro, la manigua entera,
allí a tu lado, serenos combatientes,
nos tendrás.
Cuando tu voz derrame hacia los cuatro vientos:
Reforma Agraria, justicia, pan, libertad,
allí a tu lado, con idénticos acentos,
nos tendrás.
Y cuando se llegue al final de la jornada
(la sanitaria operación contra el tirano),
allí a tu lado, aguardando la postrer batalla,
nos tendrás.
El día que la fiera se lama el flanco herido
donde el dardo nacionalizador le dé,
allí a tu lado, con el corazón altivo,
nos tendrás.
(No pienses que puedan menguar nuestra entereza
las decoradas pulgas armadas de regalos;
perdimos un fusil, sus balas y una peña.
Nada más).
Y si en nuestro camino se interpone el hierro,
pedimos un sudario de cubanas lágrimas
para que se cubran los guerrilleros huesos
en el tránsito a la historia americana.
Nada más.
Fidel
De: Pablo Neruda
Fidel, Fidel, los pueblos te
agradecen
palabras en acción y hechos
que cantan,
por eso desde lejos te he
traído
una copa del vino de mi
patria:
es la sangre de un pueblo
subterráneo
que llega de la sombra a tu
garganta,
son mineros que viven hace
siglos
sacando fuego de la tierra
helada.
Van debajo del mar por los
carbones
Y cuando vuelven son como
fantasmas:
se acostumbraron a la noche
eterna,
les robaron la luz de la
jornada
y sin embargo aquí tienes la
copa
de tantos sufrimientos y
distancias:
la alegría del hombre
encarcelado,
poblado por tinieblas y
esperanzas
que adentro de la mina sabe
cuándo
llegó la primavera y su
fragancia
porque sabe que el hombre
está luchando
hasta alcanzar la claridad
más ancha.
Y a Cuba ven los mineros
australes,
los hijos solitarios de la
pampa,
los pastores del frío en
Patagonia,
los padres del estaño y de
la plata,
los que casándose con la
cordillera
sacan el cobre de
Chuquicamata,
los hombres de autobuses
escondidos
en poblaciones puras de
nostalgia,
las mujeres de campos y
talleres,
los niños que lloraron sus
infancias:
ésta es la copa, tómala,
Fidel.
Está llena de tantas
esperanzas
que al beberla sabrás que tu
victoria
es como el viejo vino de mi
patria:
no lo hace un hombre sino
muchos hombres
y no una uva sino muchas
plantas:
no es una gota sino muchos
ríos:
no un capitán sino muchas
batallas.
Y están contigo porque
representas
todo el honor de nuestra
lucha larga
y si cayera Cuba caeríamos,
y vendríamos para
levantarla,
y si florece con todas sus
flores
florecerá con nuestra propia
savia.
Y si se atreven a tocar la
frente
de Cuba por tus manos
libertada
encontrarán los puños de los
pueblos,
sacaremos las armas
enterradas:
la sangre y el orgullo
acudirán
a defender a Cuba
(Canción de gesta, 1960)
Fidel
De: Juan Gelman (poeta
argentino)
dirán exactamente de fidel
gran conductor el que
incendió la historia etcétera
pero el pueblo lo llama el
caballo y es cierto
Fidel montó sobre fidel un
día
se lanzó de cabeza contra el
dolor contra la muerte
pero más todavía contra el
polvo del alma
la Historia parlará de sus
hechos gloriosos
prefiero recordarlo en el
rincón del día
en que miró su tierra y dijo
soy la tierra
en que miró su pueblo y dijo
soy el pueblo
y abolió sus dolores sus
sombras sus olvidos
y solo contra el mundo
levantó en una estaca
su propio corazón el único
que tuvo
lo desplegó en el aire como una
gran bandera
como un fuego encendido
contra la noche oscura
como un golpe de amor en la
cara del miedo
como un hombre que entra
temblando en el amor
alzó su corazón lo agitaba
en el aire
lo daba de comer de beber de
encender
fidel es un país
yo lo vi con oleajes de
rostros en su rostro
la Historia arreglará sus
cuentas allá ella
pero lo vi cuando subía
gente por sus hubiéramos
buenas noches Historia
agranda tus portones
entramos con fidel con el
caballo.
Hombre
que mira sin sus anteojos
De: Mario Benedetti,
poeta uruguayo
En este instante el mundo es
apenas
un vitral confuso
los colores se invaden unos
a otros
y las fronteras entre cosa y
cosa
entre tierra y cieloentre
árbol y pájaro
están deshilachadas e
indecisas
el futuro es así un calidoscopio
de dudas
y al menor movimiento el
lindo pronóstico
se vuelve mal agüero
los verdugos se agrandan
hasta parecer
invencibles y sólidos
y para mí que no soy lázaro
la derrota oprime como un
sudario
las buenas mujeres de esta
vida
se yuxtaponen se solapan se
entremezclan
la que apostó su corazón a
quererme
con una fidelidad abrumadora
la que me marco a fuego
en la cavernamparo de su
sexo
la que fue cómplice de mi
silencio
y comprendía como los
ángeles
la que imprevistamente me
dio una mano
en la sombra y después la
otra mano
la que me rindió con un solo
argumento de sus ojos
pero se replegó sincera en
la amistad
la que descubrió en mí lo
mejor de mí mismo
y linda y tierna y buena amó
mi amor
los paisajes y las esquinas
los horizontes y las
catedrales
que fui coleccionando
a través de los años y los
engaños
se confunden en una guía de
turismo presuntuoso
de fábula a narrar a los
amigos
y en ese delirio de
vanidades y nostalgias
es difícil saber qué es
monasterio y qué blasfemia
qué es van gogh y qué
arenques ahumados
qué es mosaico y qué agua
sucia veneciana
qué es aconcagua y qué es
callampa
también los prójimos se
arraciman
crápulas y benditos
santos e indiferentes y
traidores
e inscriben en mi infancia
personal
tantas frustraciones y
rencores
que no puedo distinguir
claramente
la luna del río
ni la paja del grano
pero llega el momento en que
uno recupera
al fin sus anteojos
y de inmediato el mundo
adquiere
una intolerable nitidez
el futuro luce entonces
arduo
pero también radiante
los verdugos se empequeñecen
hasta
recuperar su condición de
cucarachas
de todas las mujeres una de
ellas
da un paso al frente
y se desprende de las otras
que sin embargo no se
esfuman
de las ciudades viajadas
surgen
con fervor y claridad
cuatro o cinco rostros
decisivos
que casi nunca son
grandilocuentes
cierta niña jugando con su
perro
en una calle desierta de
ginebra
un sabio negro de Alabama
que explicaba
por qué su piel era
absolutamente blanca
ella fitzgerald cantandoante
una platea casi vacía
en un teatro malamuerte de
florencia
y el guajiro de oriente
que dijo tener un
portocarrero
y era una lata de galletitas
diseñada por el pintor
del racimo de prójimos puedo
extraer
sin dificultades
una larga noche paterna una
postrera charla
síntesis de vida
con la muerte rondando en el
pasillo
el veterano que transmitía
sin egoísmo y sin fruición
algunas de sus claves de
sensible
el compañero que pensó
largamente en la celda
y sufrió largamente en el
cepo
y no delató a nadie
el hombre político que en un
acto
de incalculable amor
dijo a un millón de pueblo
la culpa es mía
y el pueblo empezó a
susurrar fidel fidel
y el susurro se convirtió en
ola clamorosa
que lo abrazó y lo sigue
abrazando todavía
la gente la pura gente
la cojonuda gente a la orientala
que en la avenida gritó
tiranos temblad
hasta que llegó al mismísimo
temblor del tirano
y la muchacha y el muchacho
desconocidos
que se desprendieron un poco
de sí mismos
para tender sus manos y
decirme
adelante y valor
decididamente
no voy a perder más mis
anteojos
por un imperdonable
desenfoque
puede uno cometer gravísimos
errores.
Marcha
triunfal del Ejército Rebelde
De: El Indio Naborí
(Jesús Orta Ruiz)
¡Primero de Enero!
Luminosamente surge la
mañana.
¡Las sombras se han ido! Fulgura
el lucero
de la redimida bandera
cubana.
El aire se llena de alegres
clamores,
se cruzan las almas saludos
y besos,
y en todas las tumbas de
nobles caídos revientan las flores
y cantan los huesos.
Pasa un jubiloso ciclón de
banderas
y de brazaletes de azabache
y grana,
mueve el entusiasmo balcones
y aceras,
grita desde el marco de cada
ventana.
A la luz del día se abren
las prisiones
y se abren los brazos: se
abre la alegría
como roja rosa en los
corazones
de madres enfermas de melancolía.
Jóvenes barbudos, rebeldes
diamantes,
con trajes de olivo vienen
de las lomas,
y por su dulzura, los héroes
triunfantes
parecen armadas y bravas
palomas.
Vienen vencedores del hambre
y el frío
por el ojo alerta del
campesinado
y el amparo abierto de cada
bohío...
Vienen con un triunfo de
fusil y arado.
Vienen con sonrisa de
hermano y amigo,
vienen con pureza de vida
rural,
vienen con las armas que al
ciego enemigo
quitó el Ideal.
Vienen con el ansia del
pueblo encendido,
vienen con el aire y el
amanecer,
y, sencillamente, como el
que ha cumplido
un simple deber.
No importan los días de
guerra y desvelo,
no importa la cama
de piedra o de grama,
sin otra techumbre que
ramas y cielo.
No importa el insecto, no importa
la espina,
la sed consolada con parra
del monte,
la lluvia, los vientos, la
mano asesina
siempre amenazando en el
horizonte.
¡Sólo importa Cuba, sólo
importa el sueño
de cambiar la suerte!
¡Oh, nuevo soldado que no
arruga el ceño,
ni viene asombrado de tutear
la muerte!
Los niños lo miran pasar
aguerrido
y piensan, crecidos por la
admiración,
que ven un rey mago
rejuvenecido
y con cinco días de
anticipación.
Pasa fulgurante Camilo
Cienfuegos,
alumbran su rostro cien
fuegos de gloria.
Pasan capitanes, curtidos
labriegos
que vienen de arar en la
Historia…
Con los invasores pasa el
Che Guevara,
alma de Sarmiento1 que trepó
el Turquino,
San Martín2 quemante sobre
Santa Clara,
Maceo del Plata, Gómez3
argentino...
Pasan lindas reinas sin
otras coronas
que su sacrificio: cubanas
marciales,
gardenias que un día se
hicieron leonas
al beso de doña Mariana
Grajales...
Ya entre los mambises del
bravío Oriente,
sobre un mar de pueblo,
resplandece un astro,
ya vemos la cálida frente;
el brazo pujante, la dulce
sonrisa de Castro...
Lo sigue radiante su hermano
Raúl,
y aplauden al paso del héroe
ciudades quemadas,
ciudades heridas que serán
curadas
y tendrán un cielo sereno y
azul.
Fidel fidelísimo, retoño
martiano,
asombro de América, titán de
la hazaña
que desde las cumbres quemó
las espinas del llano
y ahora riega orquídeas,
¡flores de montaña!
Y esto que las hieles se
volvieran miel,
se llama... ¡Fidel!
Y esta que la ortiga se
hiciera clavel,
se llama…¡Fidel!
Y esto que la patria no sea
un cuartel,
se llama…¡Fidel!
Y esto que la bestia fuera
derrotada por el bien del hombre,
esto que la sombra se
volviera luz,
esto tiene un nombre, sólo
tiene un nombre:
FIDEL CASTRO RUZ.
Fidel
De: Nicolás Guillén
Fidel,
el nombre de Cuba lleva
por siempre en el pecho
fiel.
Fidel,
fue quien levantó la gleba
hasta el mirto y el laurel.
Fidel,
el que alzó una patria nueva
sin odio, crimen ni hiel.
Fidel.
Ronda de
la fortuna
De: Nancy Morejón
Fidel tiene fortuna,
una sola fortuna:
estar,
entre nosotros,
por un mundo mejor.
Qué fortuna mayor.
Fidel,
sin odio y sin hiel,
abre muros
y ventanas.
Fidel
Fidel tiene fortuna,
una sola fortuna,
la fortuna de ser
Fidel
Su presencia
De: Virgilio López Lemus
Su nombre es un verbo: sea
el día
y sean las noches. Nadie
puede resumirlo,
no se dedica un poema
directamente a él,
ni una pieza recién hecha,
ni una fábrica.
Es un padre, pero todos lo
vemos como el mejor
de los hermanos, el amigo
más alto.
No se le dedica directamente
cosa alguna
pero cada hombre del pueblo
moriría por él
en cualquier circunstancia.
Poema dedicado a Fidel Castro
De: Elías Cedeño Jerves (poeta ecuatoriano)
A Fidel Castro, Héroe de la
Resistencia Cubana
Admira y entusiasma tu
temeraria empresa,
águila de la Sierra Maestra
– Tu valor
supera al de Sandino en
constancia y grandeza,
Pues luchas casi solo por
salvar el honor.
“De la tierra más bella que
jamás ojos vieron”
esa “Perla Antillana” que es
tu Cuba sin Par
que, asesinos a sueldo del
tirano cubrieran
de ignominia y de sangre – Fidel
Castro, ejemplar
Líder del Movimiento de ruda
resistencia;
guerrillero incansable que
atraes sobre ti
el sadismo del déspota que
gime de impotencia
al no poder vencerte…
¡Alumno de Martí!
Ni con todo el enjambre de
esbirros que acaudilla,
logra extirpar de tu alma la
luz de libertad
que tu lucha abrillanta; ( y
¡tu pueblo no se humilla
ante el sangriento impacto
de la brutalidad!)
El sable pretoriano, el palo
que acanalla,
no son para tus hombres de
nobles tradiciones…
La represalia bárbara tu civismo
no acalla…
tu tierra no es redil, ¡es
antro de leones!
Águila audaz y altiva de la
Sierra Maestra,
que con tus pocos bravos
guerrilleros la gesta
más diáfana rubricas con
plomo de fusil.
¡Igual que a Venezuela,
impones presurosa,
para tu noble patria la hora
venturosa
de arrojar por la borda al
Gansterismo vil!
¡Fidel Castro: compendio de
audacia y rebeldía,
para América pauta, que
arriesgas día a día
la vida por tu Cuba, sumida
en el dolor.
Alma de hierro y bronce
lleno de fe y coraje;
acepta de mi lira el cálido
homenaje.
y de mi patria un beso por
tu épico valor!
(Guayaquil, 28 de enero de
1958)
(Continuará)
A Fidel
ResponderEliminarAutor: Mabely Reigosa Vergel
En 1926 nace para el Universo
Un gran hombre, que por su esfuerzo
Es Estadista universal.
Lucho contra todo mal
Desde que pudo sentir.
Fue luchador juvenil
Líder de los estudiantes
Llevo siempre el estandarte
de las luchas clandestinas,
el 53 significo en su vida
un libro abierto a la Historia.
Llénose siempre de Gloria
Junto a jóvenes como el
Supo, serle siempre fiel
A los oprimidos del mundo.
Brindó con su Amor profundo
Una entereza confiada
Prosiguió la lucha armada
Supo elevarse a su altura.
Llega el 56 y augura
Una entrada triunfante
No tuvo solo instante
El asalto de la duda,
Sabía que la lucha era dura
Pero que iban a triunfar
Porque ellos iban a dar
La vida por la Victoria.
Llega en 59 a la Historia
Y comienza la indolencia
de un imperio que se arrecia
un bloqueo omnipotente.
Entra el terror incipiente
De aquellos que sin escrúpulos
Matan por el solo uso
De aliarse al yanqui opresor.
Matan, porque no saben que Amor
Ya el pueblo lo está escribiendo
Y Fidel le está poniendo
su fuerza a la Revolución.
Los CDR en acción
Convocó el Comandante,
Las federadas al instante
Le siguen con paso seguro.
Firmes se saltan los muros
Siguiendo esa huella eterna
Y aunque el yanqui se aferra
Sabe que le es imposible,
Porque un hombre de vos firme
Les ha hecho temblar los pies
Ese hombre para el mundo es
Una estrella que ilumina.
Su trayectoria genuina
Se pone de ejemplo al mundo
No perdiendo ni un segundo
Siendo en todo el, él primero.
Junto al Castillo del Morro
Y el Castillo de la Fuerza
Se levanta con presteza
Ese hombre magnánimo y bueno.
Levanta su vos de fuego
Que quema al imperio cruel
Alza su mano al saber,
Abre su mente al futuro.
Avanza con paso seguro,
Lucha por un ideal,
Surge como el Caiguarán
Ese gran hombre increíble,
Y hasta los que quieren destruirle
No les queda más que admirar
A ese hombre universal
Que sabe siempre que quiere.
Lucha de frente y prefiere
Al pobre que le saluda,
Y no al rico que le adula
Para ver lo que recibe,
Es por eso que hoy vive
Lucha, batalla, se crece;
Por esta revolución que ofrece
Su entereza y dignidad,
Pues seguro puede estar
Que la Historia lo adsorberá.
(1ro de diciembre de 2006)
Gracias, Mabely Reigosa Vergel, por sus versos. Son muchas las personas que le han escrito a nuestro invicto líder y siempre serán bienvenidas a este espacio.
ResponderEliminarMuy buenos
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ResponderEliminarCerca del 13 de agosto, comparto fraternalmente con ustedes poemas de mi poeprosa inédito PATRIMONIAL.
Miguel Ojeda.
Distinción Por La Cultura Cubana.
Laureado de la cultura.
Artista De Mérito del ICRT.
Miembro de La UNEAC.
El niño de las estrellas.
26 estrellas elegidas,
cavalgando desde siempre:
el antes, el hoy y La Vida.
El niño que nace solo
descubre Historia y Futuro
y se proyecta seguro
sobre Pasados y miedos.
¡ Ya le sigue un pueblo todo
sobre 26 estrellas
que cansadas mucho y poco
esta'n viviendo en La Tierra.!
26 estrellas sabias,
secreto del universo,
derramadas sobre un suelo
y, cual un misterio a gritos,
acompañaron al niño
reescribiendo viejos libros.
Ya no esta' y esta' el niño,
hombre-estrella, infinito,
casi real, o ma's leyenda,
o promesas de guajiros
que escribieron epopeyas.
¡ Una hilera de cometas
se acerca a tanta belleza.!
Ellos lo entienden Todo,
Don Oscuro, casi nada
y el niño canta que canta,
carne y estatua en si' mismo.
¡ 26 estrellas cantan
en la mirada del niño.!
UN YATE EN LA HISTORIA VUELA.
Un yate en La Historia vuela,
echa rai'ces, proyecta
de mil siglos La Esperanza,
del agua-cielo, la tierra.
El yate se vuelve pueblo,
canto y danza, cual misterio
de palomas, trigo y rosas,
sueños soñados en sueño.
¡Fecunda El Yate el Futuro,
La Vida brota en su
seno!
PIEDRA HABITADA POR NIÑOS.
Monolito ma's que piedra
viene albergando prodigios,
borda historias, pare hijos
que retan a tantas sombras
con su enseñanza de siglos.
Se habla del monolito
en mil Leyendas de niños
que hombres fueron cual misterio
que Silencio canto' a gritos.
Funda Futuro, Esperanza,
danza Vida, sueña Libros.
¡ Luz Interna que le alcanza
para sembrar tanto alivio!
Va al Pasado y se regresa;
desde el Hoy pinta un Mañana
al florecer los caminos.
Con El Tiempo, sin moverse,
se traslada al Infinito.
Un Cielo azul, rojo y blanco
se repite en cada ciclo
de Piedra, Sangre y Simientes
de piedras, rosas y niños.
A veces, siempre, me crean
Canto Piedra, pueblo mi'o.
¡ Tanto Pueblo en cada Piedra,
Tanto Pueblo El Monolito !
¡ Un gran monolito, Piedra
defendida por sus hijos !
MUTACIONES.
A mi eterna puerta de cristales,
vestida toda de historias,
Doña Historia llama.
Abro mi puerta, ventanas,
y me muestra humanos siglos
dulces como los besos,
amargos cual cruel olvido.
Lejos, cercanos, niños,
barbudos niños que miro
renacer entre mis manos
mientras mi puerta y ventana
26 soles me plantan
en mi jardi'n de futuros
con azul enrojecido,
al blanco rojo azulado.
Restan ma's viajes de niños,
tan barbudos , a mi lado.
Miguel Ojeda.