Bienal de La Habana: Arte en las calles

  Unos 180 artistas de 43 países, entre ellos el austríaco Hermann Nitsch, el mexicano Gabriel Orozco y los rusos-estadounidenses Ilya y Emilia Kabakov, distinguirán aquí la 11 Bienal de La Habana, que se diseminará por toda la ciudad desde el viernes.
  Performances, instalaciones y varios proyectos de inserción social entre otras modalidades estéticas confluirán en varios puntos de la capital con el eje central de las prácticas artísticas y su equilibrio con los imaginarios sociales.
  En conferencia de prensa, Jorge Hernández, miembro del comité organizador, señaló que la Bienal será, una vez más, una cita para dialogar, confrontar criterios, para entender el arte desde Cuba y su capital La Habana.
  A pesar de las circunstancias globales actuales, se mantiene por su gran vocación social. "Esto demuestra su perdurabilidad", dijo.
  Proyectos colectivos, algunos de ellos itinerantes, aunarán a personalidades de los cinco continentes como la serbia Marina Abramovic, a los estadounidenses Andrés Serrano y Neil Leonard, al colombiano Rafael Gómez Barros, al brasileño Carlito Carvalhosa, y al marroquí Batoul Shimi, entre otros.
  Entre los artistas que ya generan expectativas se encuentran los Kabakov, que llegan con su Barco de la tolerancia, un proyecto al que se unieron más de 500 niños y jóvenes cubanos para dibujar en sus velas mensajes de paz y aliento.
  La presencia Latinoamericana se sentirá en toda su magnitud. También África con 14 de sus creadores más contemporáneos, entre ellos el surafricano Steven Cohen y el palestino Rafat Asat.
  Creadores de Asia, Europa y más de 400 artistas de la isla, desde los consagrados hasta los más jóvenes traen sus propuestas, entre ellos el cubano estadounidense Jorge Pardo, que regresa a la isla después de varias décadas de ausencia.
  El programa incluye 10 proyectos colectivos. Uno de los más significativos es Cifo, una mirada múltiple, con selecciones de la colección Ella Fontanals-Cisneros y Cinema Remixed & Reloaded 2.0, artistas negras y el movimiento de la imagen desde 1970.
  En esa cuerda se moverá también Paladar, con chef cubanos y estadounidenses y Open score, que por primera vez traerá a la cita la comunión entre la tecnología y el arte a través la robótica.
  Fundada en 1984 tras la desaparición física del pintor cubano Wifredo Lam, la fiesta de las artes visuales surgió como punto de encuentro del arte contemporáneo latinoamericano y caribeño.
  Desde hace varios años comenzó a expandirse por toda la ciudad y toma los espacios abiertos para dialogar con el público.