Primer Festival del Monólogo Latinoamericano: Sí, nos dejó…

Manuel Santos, en Crónicas de un comediante, de El Bachín...

  Se dio vuelta. Fue un giro lento. Y antes del primer paso en supuesta retirada, seguro, les buscó con los ojos por encima de su hombro izquierdo. ¡No como cualquier ser superior! No. Al final, él, ella, es por y a través de ellos, espectadores: una mujer que se lanzó al abismo del universo lorquiano; esa madre sin hijos y, más tarde, sin nada; el protagonista del circo capaz de convertir a un ciudadano común en el mejor futbolista del mundo.

  Actor o actriz. Recién subió al escenario del “Tomás Terry”, o del “Guiñol”, “Guanaroca”, la sala A Cuestas, y hasta del verde Jobero. Lo hizo en solitario, al menos físicamente. Se colocó bajo la luz del reflector. Agarró fuerte el puñado de tierra traído desde Brasil, Uruguay, México, Argentina, Puerto Rico, Colombia, ésta u otras regiones de Cuba, incluso España e Italia. Entonces, mirando fijo al centro, gritó a una voz: “estuve aquí”.

… CREER

Miguel Cañellas Sueiras, director del teatro Tomás Terry.

  ¿La concepción del Primer Festival del Monólogo Latinoamericano ocurrió por necesidad local, nacional o poco más universal?

  “El principal incentivo radicó en la búsqueda sempiterna por ofrecer a la ciudad una programación de excelencia -declara Miguel Cañellas Sueiras, director del “Terry”. Y al convocar a una primera, segunda… quinta edición del Festival del Monólogo Cubano, cantidad de extranjeros nos manifestaron sus aspiraciones de venir aunque fuese de invitados (…) En consecuencia, este, de carácter internacional. Así llegó (entre el 23 y 27 de mayo) una muestra de lo mejor de este arte hecho en el subcontinente.

  “Varias instituciones y autoridades -pienso en Teatro Caribe, el Instituto Superior de Arte (ISA)- intentaron eventos asociados al llamado unipersonal. Algunos no pasaron de una tercera versión. Decayó el interés, el apoyo o influyeron terceras razones. No sé. Lo cierto es que disponíamos de escasísimos espacios. Está además eso de 'tú no necesitas algo cuya existencia desconoces' (…) El producto crea la necesidad. Y nos escribieron para competir, vinieron destacadas personalidades, se efectuaron homenajes. Logramos nuclear en función del aporte de ideas.

  “Constó igual la cuestión práctica -continúa. ¿De qué modo concebir un gran espacio, variedad de espectáculos, con menos personas? El monólogo se pintó solo. Ha tomado fuerza a lo largo de los últimos años; alrededor se están movimiento importantes figuras por la facilidad para trasladar una obra. 

  “Valoramos lo relacionado con la dramaturgia en la Isla. El año pasado publicamos el primer volumen sobre piezas presentadas sobre nuestras tablas. Aparecen varias antológicas, cubanas, nunca antes recogidas en un solo libro. Dotamos al aficionado, al actor, al investigador, de un repertorio propio. ¡Hablo de jerarquizar nuestra dramaturgia! Ahora lo intencionamos a partir del Premio al Mejor Texto Latinoamericano en Escena”.

  ¿Cuánto significó el certamen al interior de la institución? ¿Se colocaron “a prueba” ustedes?

  “Nos mantuvimos tres días bajo agua. Si piensas en cómo los habitantes de esta urbe fueron capaces en 1915 de dejar a la bailarina rusa Anna Pavlova con escasas entradas vendidas… Pero a la jornada inaugural asistieron más de 200 personas (…) Lo que quieres hacer bien, porque lo sueñas, se convierte siempre en un reto. ¡Todavía más cuando sabes del Festival de Monólogos y Unipersonales de Miami! (…) Nacimos de frente”.  

… DIALOGAR

  Con la colaboración del Consejo de las Artes Escénicas y Casa de Las Américas el programa abrió paréntesis. Conferencias y conversatorios respecto a técnicas teatrales; el contexto artístico, social y cultural inherente al espectáculo; el uso del espacio escénico, suscitaron interés. Talleres prácticos situaron a no pocos en un camerino, maquillando aquel rostro por envejecer o deformar, a partir del trabajo con la expresividad, líneas, colores y contrastes. Viéronse otros con un paraguas, sombrero, teléfono, y utilería de toda clase en mano, para acercarse a una metodología práctica sobre la construcción de estructuras dramáticas.

  El Bachín Teatro, elenco argentino, dirigió la atención “Hacia un teatro épico. Hacia un teatro independiente”. Su director, Manuel Santos Iñurrieta, advierte: “Los marcos de esta fiesta dieron cabida al intercambio de conocimientos, al aprendizaje. Precisamos escuchar cuantas propuestas trascienden el hecho artístico. Se dio así. La gente se imbricó no solo con su presencia, sino con la opinión (…) Los espacios teóricos resultan fundamentales. Debemos generarlos así, y todavía más, para disertar y debatir sobre los alcances, límites, lenguajes, estilos, estéticas, modos de producción de un montaje. ¡Desde la aceptación de las diferencias! A la par, aprender del resto. Avanzaremos en el desarrollo de la actividad a la cual nos dedicamos”.

  “Temáticas en común, sentimientos, maneras de expresión se mantuvieron bajo completo entendimiento -opina Cañellas Sueiras (…) Nuestra cita, bianual, ya sirvió hasta para facilitar el reencuentro de muchos”.

… TRANSFORMAR

  A Mirta Ibarra, actriz y también directora del documental Titón: de La Habana a Guantanamera (2008), presentado en la Cinemateca del “Luisa”, le parece meritorio “abrir las fronteras a la representación en solitario; enriquecer; sumar”.

  “Aunque, no sé si urgía o no el Festival. Sí hablamos de una acertada convocatoria, consecuente con la labor desarrollada hasta la fecha desde el 'Terry'. Viene a completar. Ha servido para hacer una suerte de cartografía de cómo anda el teatro latinoamericano a través de un género particular (…) Cobra enorme utilidad” -estima Omar Valiño Cedré, crítico de arte, director de la Revista Tablas e igualmente encargado del veredicto.

  Para Patricia Pérez Roque, graduada de teatrología y miembro del comité organizador, “unido al prestigio que aporta, brinda la posibilidad de desviar la atención de la crítica, más concentrada en los principales circuitos teatrales del país, similar a decir: la capital. Cienfuegos devino centro (…) Satisface saber que un intento inicial nos quedó bien. Reafirma la pujanza y el esfuerzo”.

  Michelle Ferreira coincide. No en vano, junto al director de su Compañía Escénica “Flores de Jorge”, hizo cuanto pudo para financiar el viaje y mostrar en territorio sureño una versión de Apareció la margarita. “Teníamos el sueño de conocer Cuba (…) Vimos en el Festival la oportunidad de intercambiar ideas, experiencias con actores de la región. ¡Ah, y de trabajar la recepción del público acá; saber de qué modo recibirían la propuesta! Más que una estética específica, nos interesa el contenido (…) Quedamos encantados. ¡Fue increíble! Nos reafirmó: el trabajo puede estar en otros lugares”.

  “Por eso hace falta defender el evento -enfatiza Carlos Padrón Montoya, presidente del jurado y autodefinido “hombre de teatro”. Alude él a la “opinión positiva de los visitantes. ¡Qué calor con el público! -decían. Les sorprende cómo somos”. 

  En opinión de Iñurrieta, “es muy trascendental seguir potenciando y desarrollando este tipo de acontecimientos teatrales, artísticos, culturales. Hombres y mujeres que hacemos Latinoamérica y el Caribe necesitamos continuar trabajando en la unidad y potenciar una cultura cada vez más inclusiva, profunda”.

  “Hay gente que todavía no se da cuenta de que hay un pensamiento detrás la obra -alerta Alexandre Roit, coordinador de la Muestra Latinoamericana de Teatro de Grupo en Brasil. Para mí, el arranque está en entender cómo el mundo se mueve por mitologías. Si subes a escena, debes ofrecer algo que toque a quien te mira. ¡No cosas ajenas! Si no, se convierte en arqueológico (…) El monólogo te da la oportunidad de entenderte como individuo y, a la vez, comprenderte cual parte de un universo. Tu reflejo se sienta delante de ti (…) ¿Cuánto aporta este Festival? El tiempo dirá”. (Lisandra Marene)