Ubicada en el Boulevard
de Cienfuegos, la Boutique Arte Moda,
perteneciente a la Asociación
Cubana de Artesanos y Artistas (ACAA),
ofrece una mirada renovadora y autóctona a las tendencias
de la moda actual, teniendo en cuenta patrones internacionales,
pero adecuándolos a las condiciones de nuestro país. La promotora del
lugar, Lourdes María Trigo Bermúdez, quien es diseñadora
de modas, advierte el fenómeno de esa costumbre temporal en
todas sus dimensiones:
"En primer lugar, es el reflejo
de la sociedad, de las personas, de una época
determinada, de cualquier lugar donde exista un sistema socioeconómico,
político y cultural que influya en esa población y en su forma de vestir. Posee
toda una gama de factores que inciden en ella. Es una etapa de
tiempo en que se usa determinada forma de ataviarse, y se manifiesta además en
muchos otros aspectos. Es el reflejo de la idiosincrasia.
"Estar a la moda sí es importante,
porque las personas deben evolucionar como mismo lo hace la tendencia. Ello,
independientemente, a que en muchas ocasiones la moda es cíclica
y lo que se usó en décadas pasadas, vuelve a retomarse, pero siempre existe una
renovación. Sobre todo, es importante, porque de esa
forma los individuos se sienten mejor consigo mismos".
Los patrones
que sigue Trigo Bermúdez a la hora de elegir cómo vestir, lucen y hablan por sí
solos: "Inicialmente determino qué tiene que ver conmigo. Cuando me visto,
siempre pienso en mi edad, en mis actividades
sociales, en el lugar a dónde voy
a ir, todo eso influye; pero siempre trato de crear y tener una identidad,
cubana. Trato de que la ropa sea apropiada para el clima en que vivo, la temporada
del año, que todo circule dentro de los patrones de tendencia
de la moda".
Acerca de la
interrogante sobre quiénes imponen estilos del vestir en Cuba, Lourdes señala: "Deberíamos ser los diseñadores, pero por
desgracia (o por suerte) la juventud impone modas. También lo están haciendo
los artistas, muchas personas se guían por ellos, los toman
como patrones para vestirse, y pienso que se debería tener mucho cuidado,
porque a veces la que se brinda no es la mejor imagen.
"En ocasiones las personas se
equivocan: seguir la moda no significa estar bien vestido,
porque no todo lo que se usa nos queda bien, y es de muy mal gusto ver, por
ejemplo, a alguien de cierta edad con una saya demasiado corta porque
simplemente se usa.
"Afirmar que existe, o no, una
moda cubana, creo que es una cuestión de interpretación: ella
es una sola, que la dictan los grandes monopolios internacionales que se reúnen
cada dos años. Lo que hacemos los diseñadores de países como el nuestro, que no
participamos, es apropiarnos de las tendencias y adecuarlas a nuestro clima e
idiosincrasia, añadiéndole aplicaciones de trabajos manuales
tradicionales que les den un sello distintivo.
"La moda cubana, en este caso, es tomar
como base la internacional y llevarla a nuestra forma. Hacemos
de la moda foránea una particular, tratando de que la población
acuda a nosotros y no a otras firmas que nada tienen que ver con nuestra sociedad".
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