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| Manuel Francisco Galich López. |
Este año, el lauro correspondió a La ciudad ajena: Subjetividades de origen mapuche en el espacio urbano, de la escritora chilena Lucía Guerra, con un ensayo que analiza la identidad cultural en espacios urbanos chilenos y representados en la poesía mapuche contemporánea.
Este reconocimiento, que por primera vez entrega la emblemática institución cultural que desde hace 54 años, está asentada con fuertes raíces en Cuba y fue el resultado de un esfuerzo que por años Casa de las Américas despliega por mantener viva la herencia cultural prehispánica en este hemisferio.
Desde 1992, el Premio Literario que anualmente entrega la Casa, convocaba a los estudiosos e intelectuales latinoamericanos a explorar en las literaturas indígenas, fundamentalmente las quechua, náhuatl y guaraní, así como en las mapuches, aymaras y mayas.
Un esfuerzo que logró materializar la idea, en 2011, de crear el Programa de Estudio sobre las Culturas Originarias de América, y que lograra salvar, al decir del intelectual paraguayo Augusto Roa Bastos, "la hecatombe de nuestros pueblos originarios, la mayor y más cruel en la historia de Occidente". Ahora, el jurado internacional que se reunió en La Habana, integrado por el paraguayo Ticio Escobar, el boliviano Esteban Ticona y el guatemalteco Emilio del Valle eligieron por unanimidad el ensayo de Guerra, tomando en cuenta la importante contribución de esta obra a los emergentes estudios indígenas en el continente americano.
Según el dictamen del jurado que otorgó este premio, Guerra contribuye significativamente con su análisis crítico literario a visualizar los distintos procesos de actividades culturales y políticas mapuche -e indígenas- desde la época colonial hasta el presente.
A juicio de los encargados de otorgar este premio extraordinario, la obra muestra además, experiencias de confrontación y negociación entre lo propio y lo ajeno que posibilitó, continuó y ponderó una voz mapuche propia.
Lucía Guerra (Santiago de Chile, 1944), es profesora de literatura latinoamericana en la Universidad de California, y ha publicado Más allá de las máscaras (1984), y Frutos extraños (1991).También es autora de la novela Muñeca brava, Los dominios ocultos y Las noches de Carmen Miranda.
En 1989, su cuento La pasión de la virgen recibió el Primer Premio en el Concurso Internacional de la revista Plural en México y en 1995, a Emboscadas de la memoria se le otorgó el Primer Premio en el Certamen Bienal del Centro Cultural Mexicano.
Con Frutos extraños recibió en 1991 el Premio Letras de Oro auspiciado por el gobierno de España y la Universidad de Miami y, en 1992, este mismo libro recibió el Premio Municipal de Literatura en Chile.
La obra de esta intelectual y profesora chilena ha sido traducida al inglés, alemán y sueco.
Casa de las Américas reconoció además con merecidas menciones, al trabajo de la mexicana Luz María Lepe Lira, por Relatos de la diferencia y literatura indígena. Travesías por el sistema mundo, y del boliviano Ricardo A. Cavalcanti-Schiel por su obra De la reluctancia salvaje del pensamiento. Memoria social en Los Andes meridionales.
El Premio Casa de las Américas es otorgado anualmente en La Habana desde 1960 en las categorías de poesía, cuento, novela, teatro ensayo, testimonio, literatura para niños y jóvenes, caribeña de expresión inglesa, caribeña francófona, brasileña y de culturas originarias.
Recordar a Galich en el centenario de su natalicio con este Premio Extraordinario de estudios sobre las culturas originarias de América, fue el mejor homenaje al dramaturgo, ensayista e historiador guatemalteco, un intelectual comprometido que ayudó a difundir la historia y las culturas de los pueblos originarios de América latina y el Caribe. (Tomado de CubaSí)
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